"En un Mercedes blanco" arrancó su concierto ayer Kiko Veneno sobre el escenario de Metrópoli. Abajo, quizá algo menos de gente que en anteriores noches del festival de ocio que ocupa el recinto ferial gijonés, pero varios centenares de seguidores que nunca fallan a la llamada del artista de Figueras. La explanada se fue llenando a medida que avanzaba el recital.

Kiko Veneno se hizo esperar, pero salió al escenario tras una introducción instrumental y la ovación fue unánime. Apostó fuerte en el inicio con "En un Mercedes blanco", himno que muy pocos desconocen y que fue atrayendo a más público al calor de los altavoces. Especialmente, gente de mediana edad, enamorada de su rumba flamenca con tintes de blues y rock. Tras finalizar el primer tema, Kiko Veneno cogió la guitarra para arrancarse con "Lo que me importa eres tú". La tercera canción elegida fue "Mi abanico de cristal", con violín incluido. La dosis de Veneno fue intensa.