Miles de londinenses vieron ayer arder una reproducción de madera, de 120 metros, del Londres del siglo XVII en el río Támesis para conmemorar el 350 aniversario del Gran Incendio, que destruyó el centro de la ciudad en 1666. Esta gigantesca hoguera puso punto final al festival "London's Burning" (La quema de Londres), un abanico de eventos artísticos y culturales que durante casi una semana recordaron uno de los momentos históricos más importantes de la capital británica.