"Los Chichos" ponen en sus carteles algo que los grandes clásicos deberían hacer para que nadie pierda referencias: "Los Chichos desde 1973". Nacieron con Juan Antonio Jiménez Muñoz, el Jero o Jeros, que nada está escrito al respecto -"el del medio de 'Los Chichos'" que cantan los de "Estopa"-, y los hermanos Emilio y Julio González Gabarre. Y prosiguen desde hace lustros con los hermanos González Gabarre y Emilio González García junior.

Emilio González senior evoca con LA NUEVA ESPAÑA el recorrido de este trío, que inequívocamente es clave en el flamenco pop y que estará mañana en la sala Estilo de Oviedo (23.00 horas) repasando su repertorio: "Son muchos temas y siempre hacemos los que más destacan, y la gente siempre se queda conforme. Vamos haciendo los singles. La gente nos pide eso, y es lo que le damos a la gente". Y, claro, de canciones no van nada mal "Los Chichos", con celebridades como "Ni más ni menos", "Son ilusiones" o "Esto sí que tiene guasa", en la era Jeros, o "¡Amigo, no pasa na!" y "Sangre gitana", entre otras, en tiempos posteriores. "Nosotros tenemos una gente muy 'chichera' que compra nuestros discos a lo largo de los años", argumenta Emilio González Gabarre.

Cuando se le pregunta si siente que a la rumba y sonidos similares se les han dado ya su valor total, responde con datos: "Estuvimos en el Primavera Sound y fuimos los triunfadores, allí había doscientas mil personas, este tipo de festivales son de mucho nivel". No sólo triunfaron, arrasaron. Pero tiene un argumento aún más contundente: "Conectamos con cuatro generaciones, eso nos encanta; además, siempre lo hemos petado". Aunque pone el matiz de nuestro tiempo: "Ahora, con la crisis, cuesta más, pero es un público muy fiel".

González Gabarre asegura que el Jeros fue importante y que lo echan de menos, pero "ya son muchos años con 'Los Chichos'. Sentimos su muerte, aunque artísticamente seguimos adelante; en todos los conciertos lo recordamos". Cuenta Emilio González respecto a la rumba "que habría que preguntarle al público lo que siente, pero nuestras canciones les dicen mucho, también los arreglos y la forma de cantar. Hay gente que llora con las letras de 'Los Chichos', gente que estaba en coma y que se ha curado escuchando una canción de 'Los Chichos', que salió para adelante", relata el componente del célebre trío, que, sin obviar el factor alegría de la rumba, insiste: "Son buenas letras, buenos arreglos, buenas interpretaciones. La gente no se cansa de escuchar a 'Los Chichos'". Y razona eso de las generaciones que los siguen: "Te encuentras gente joven de 18 o 20 años, pero también otras edades, de todas las edades. Nuestra música pasó de padres a hijos. Tenemos hasta amigos políticos que nos ven y dicen: 'Hombre, Los Chichos'", cuenta. Y pone el ejemplo de "Estopa": "El padre les metía 'Los Chichos' a toda pastilla". Finalmente, dice unos piropos a Oviedo: "Siempre que hemos ido hemos llenado". Y también se acuerda de su visita a las fiestas y la lluvia: "Estuvimos en las fiestas y ¡cayó una..!; tuvimos que ir al año siguiente para compensar".