Tener un bebé y acudir con la criatura a una sala de cine era una actividad vedada a madres y padres, a riesgo de despertar el enfado del resto de los espectadores, pero desde hace dos años es posible gracias a la "Sesión teta", para que las mujeres puedan amamantar a sus bebés. La idea, que se puso en práctica por primera vez hace dos años en el cine del centro comercial de La Vaguada (Madrid), surgió de la enfermera Carmen Maderuelo, ya jubilada. Para que el cine fuese apto para todos los públicos, incluido el bebé, Maderuelo se informó sobre la temperatura -los bebés deben evitar el frío del aire acondicionado- y el volumen adecuados en la sesión para los bebés, que no puede superar los 65 decibelios. En menos de una semana logró que el cine aceptase celebrar una sesión.