Los icónicos anuncios luminosos de Piccadilly Circus, en el centro de Londres, se apagaron ayer por primera vez desde la II Guerra Mundial para ser sustituidos por una gran pantalla curvada de alta definición, que estará compartida por seis anunciantes. Un cartel publicitario provisional se mantendrá hasta el próximo otoño en uno de los puntos más visitados de la capital británica, por el que pasan cada año cerca de 100 millones de personas. Desde que la guerra obligó en 1939 a reducir la iluminación de Londres para dificultar los bombardeos aéreos alemanes, los anuncios de Piccadilly sólo se han desconectado de forma puntual por cortes de electricidad y como muestra de respeto en unas pocas ocasiones históricas. Los carteles eléctricos se instalaron por primera vez en 1908 -Perrier fue la primera marca que lució iluminada- y se habían renovado por última ocasión en 2011.