"Bajo la piel de lobo", la película dirigida por el cineasta noreñense Samu Fuentes y protagonizada por el actor Mario Casas, terminó ayer su rodaje en el occidente de Asturias. La última escena antes de pasar al proceso de selección de la banda sonora y de montaje fue una secuencia ambientada en un bar que se rodó ayer en Santa Eulalia de Oscos. Terminan así diez jornadas de rodaje en la comarca de los Oscos y el alto Navia, que se unen a las cuatro semanas que ya se habían completado en el Pirineo oscense. Y todo para completar la historia de Martinón, un alimañero cuya vida en soledad se ve turbada por una mujer.

El rodaje de "Bajo la piel de lobo", producida por Orreaga Filmak y Nasa Producciones, ha recorrido algunos de los paisajes más hermosos de los Oscos. Se filmaron tomas en la cueva del Pímpano, en Villayón, y otras en el Museo de los Molinos de Mazonovo, en Taramundi, donde el equipo trabajó a lo largo de dos jornadas. Por Mazonovo pasaron los intérpretes principales del filme: Mario Casas, Irene Escolar (que encarna a Adela), Ruth Díaz (que interpreta a Pascuala) y Quimet Pla (que da vida a Marcial). En Mazonovo, además, tuvo gran peso el departamento de arte, que contó con un aliado adicional: Carlos López-Cancelos, dueño del complejo, que se encargó de poner en marcha las estructuras hidráulicas durante la filmación. Tanto Quimet Pla como Ruth Díaz e Irene Escolar dejaron el rodaje una vez completada la filmación de sus escenas, el pasado fin de semana. En Taramundi permaneció Mario Casas, al que se unieron en esta última semana Kandido Uranga y Josean Bengoetxea.

El martes se rodaron las escenas en las que Martinón, el solitario cazador al que interpreta Casas, visita al herrero en el pueblo al que se desplaza cada primavera y que se localiza en el conjunto etnográfico de Os Teixois.

El miércoles, el equipo se trasladó al conjunto histórico de Argul, en Pesoz. En estas secuencias, además, se contó con un nutrido grupo de figurantes, entre ellos dos llegados de fuera de los concejos del Occidente: una niña pamplonica y una mujer noreñense. Esta última era nada menos que Adelina Berros, la madre del director.