La italiana Emma Morano falleció ayer a los 117 años en su casa de localidad de Verbania, en el norte de Italia. Morano era la mujer más anciana del mundo y la única que había vivido en tres siglos, pues había nacido en el siglo XIX. La italiana se había convertido en mayo del año pasado con 116 años en la mujer más anciana del mundo, después del fallecimiento a la misma edad de la estadounidense que hasta el momento tenía este título.

Emma Martina Luigia Morano nació el 29 de noviembre de 1899 en el municipio piamontés de Civiasco, en el seno de una familia de personas longevas, ya que su madre y su tía superaron los 90 años y su hermana Ángela llegó a los 100. En sus últimos años residió en Verbania, acompañada por una cuidadora que la ayudaba.

Cuando se le preguntaba por su secreto para llegar a esta edad, afirmaba que residía en evitar los medicamentos, tomar un poco de "grappa", un aguardiente típico en Italia, y sobre todo comer tres huevos crudos al día, entre otras cosas. Morano murió tranquilamente en su cama mientras dormía.