El actor estadounidense Bradley Cooper sorprendió ayer a los asistentes al festival de música de Glastonbury, en el oeste de Inglaterra, al aparecer de repente con una guitarra en el escenario principal.

Luciendo melena y barba, la estrella de "The Hangover" ("Resacón en Las Vegas") irrumpió en el Pyramid Stage para grabar una escena de su nueva película, "A star is born" ("Nace una estrella"), una versión del musical de Judy Garland que dirige y protagoniza.

Cooper, de 42 años, se plantó ante el público, seguido de cámaras, antes de la actuación del veterano cantautor Kris Kristofferson, a quien presentó. Sois increíbles, ha estado genial. Me complace presentaros a Kris Kristofferson", proclamó el intérprete.

La actuación de Kristofferson contó con otra sorpresa, pues el también actor estadounidense Johnny Depp se le unió para tocar juntos la guitarra en "Sunday morning".

Depp ya ha acaparado titulares en el Reino Unido al referirse anoche, durante un evento sobre cine vinculado al festival, al posible asesinato del presidente estadounidense, Donald Trump. "¿Pueden traer a Trump aquí?", preguntó primero el actor al público, cuando presentaba la proyección de su película "The Libertine". Al oírse abucheos, precisó: "Me han malentendido completamente. ¿Cuándo fue la última vez que un actor mató a un presidente?".

Posteriormente, Depp reconoció que "esto saldrá en la prensa y será horrible", y aclaró que "sólo era una pregunta, no estoy insinuando nada".