La actriz Natalia Verbeke es una enamorada de Asturias desde que rodara en Lastres (Colunga) hace unos años la popular serie "Doctor Mateo". Así que no ha dudado en elegir el Principado para disfrutar de unos días de descanso en familia. Verbeke acudió la tarde del pasado sábado a la playa de Aguilar (Muros de Nalón) para darse un chapuzón junto a su pareja, el jugador de rugby Marcos Poggi, y la hija de ambos, la pequeña Chiara, de poco más de cuatro meses.

Ambos llegaron al arenal en torno a las siete de la tarde para refrescarse en el Cantábrico después de una calurosa jornada en Asturias. Tras aparcar su coche, bajaron a la playa con la niña en el carricoche y se alternaron para bañarse: primero Verbeke, mientras Poggi cuidaba de su hija; luego fue el jugador de rugby quien se metió en el agua al tiempo que la orgullosa mamá se secaba junto a la silla de la pequeña. Fue un chapuzón exprés el de ambos, que no quitaron ojo a la niña, a la que no dejaron de hacer carantoñas e incluso sacaron unos minutos del capazo para cogerla en brazos.

Ambos pasaron prácticamente desapercibidos, pese a que a esa hora la playa estaba aún llena de gente. Aquellos que reconocieron a Verbeke prefirieron no molestar a la actriz, que luce estupenda tras su embarazo (en Aguilar presumió de tipo con un bikini negro) y no quita la sonrisa de su rostro, producto del buen momento personal que atraviesa, tal y como ella ha dicho recientemente en relación a su estrenada maternidad y a la estabilidad sentimental con Poggi. El jugador de rugby fue el que más llamó la atención en la playa de Muros de Nalón por su atractivo físico, que no pasó desapercibido. Integrante del equipo olímpico español en Río (Brasil) el pasado año, Marcos Poggi hizo a muchos girar la cabeza al pasearse por la arena de Aguilar.

La actriz y el deportista, de 42 y 29 años, respectivamente, son pareja desde 2015. Comparten orígenes, pues ambos son nacidos en Argentina, país al que pretenden viajar para pasar las vacaciones, tal y como ha manifestado Natalia Verbeke recientemente. Pero antes de sumergirse en el invierno de su país natal, han preferido hacerlo en las aguas asturianas del Cantábrico.