Periodistas venidos de todo el mundo escucharon ayer al escritor multiventas Dan Brown hacer una declaración de amor a Asturias: "España fue el primer país que visité fuera de EE.UU.; llegué a los 15 años cuando mis padres me enviaron a Gijón, y sé cantar el 'Asturias patria querida' y escanciar sidra".

Brown confesó en el emblemático edificio barcelonés de La Pedrera, uno de los escenarios de su última novela, "Origen", que, en relación con el destino de la humanidad, tiene "fe en nuestra capacidad de preguntarnos y de cuestionarnos". Quinta entrega de la serie protagonizada por el profesor de simbología Robert Langdon, "Origen" (Planeta) transcurre entre Bilbao, Sevilla, Madrid y Barcelona. "Es una carta de amor a España", resumió en la capital catalana, donde señaló que el momento que vive España con Cataluña es "doloroso", pero es "optimista" y cree que "todo se va a solucionar".

De la mano del autor de "El código Da Vinci", el lector recorre escenarios como el Monasterio de Montserrat, La Pedrera, la Sagrada Familia, el Museo Guggenheim de Bilbao, el Palacio Real de Madrid o la Catedral de Sevilla.

El libro ya se ha publicado en 15 lenguas y, según la editora Elena Ramírez, está en proceso de publicación en 41 lenguas más. Brown, que lleva vendidos unos 200 millones de ejemplares de sus novelas, recordó en una multitudinaria conferencia de prensa, con presencia de periodistas de lugares tan distantes como Corea, Canadá o Finlandia. Justificó la elección de España para situar su nueva obra no sólo por haberla visitado en doce ocasiones, sino porque "era el escenario perfecto para una novela que habla de lo más antiguo y de lo más nuevo, de religión y de ciencia, y en el país conviven unas tradiciones y unas culturas muy arraigadas, y al mismo tiempo uno de los ordenadores más rápidos del mundo está en Barcelona".

En el proceso de documentación, el escritor (Exeter, New Hampshire, 1964) tuvo ocasión de vivir en estas ciudades: "Hablo bastante español y esto me facilita la comunicación y, aunque la gente conoce mis libros, no me conoce a mí, por lo que puedo pasear de manera anónima por lugares emblemáticos".

En ese proceso previo a la escritura, tuvo ocasión, explica, de "hablar con conservadores de museos, con los expertos en supercomputación y científicos".

En "Origen" crea el personaje de Edmond Kirsch, un joven multimillonario cuyos inventos tecnológicos y audaces predicciones lo han convertido en una figura de renombre mundial. Kirsch, indicó Brown, es, como pudo ser Steve Jobs, "un visionario que ve el futuro y que simultáneamente lo crea".

Ante la posibilidad de que "Origen" se convierta, como las anteriores novelas, en una película, Brown comentó: "Nunca sé qué pasará. Sony ha comprado los derechos de 'Origen' y me dijeron que ya me llamarían, cosa que todavía no ha sucedido".

Lejos de la nube de superventas en la que se mueve, con una gira que bien podrían firmar las estrellas del rock, Brown recuerda con distancia su primer libro, cuando sólo tenía cinco años, "El cerdito, la jirafa y los pantalones incendiados": "Yo no sabía escribir y se lo dicté a mi madre y luego hice los dibujos. Lo grapó, lo cosió y de allí salió un único ejemplar, nada mal para un niño de cinco años".