Hubo anoche dos espectáculos en el auditorio del Centro Niemeyer: el que ofreció una descomunal Martirio acompañada de una banda de excepción y el que se produjo ante la presencia sorprendente entre el público de uno de los actores del momento: el asturiano Javier Gutiérrez, el protagonista de series como "Estoy vivo" o "El autor".

La cantante no decepcionó y el actor se presentó como "fan" de la onubense que recorre España desde hace meses con un montaje en el que sintetiza treinta y algo años cantando "las cosas" de la gente. Como "Estoy mala" o "Sevillanas de los bloques", que hace años que se convirtieron en clásicos del rock y del pop nacionales.

Estuvo acompañada por un quinteto formado por los músicos Raúl Rodríguez, Jesús Lavilla, Negrón y Martin Bruhn. "Estoy muy feliz porque puedo ir a Avilés con el quinteto de músicos más deseado. De lujo. Lo mismo le dan al jazz que al flamenco", destacó esta semana la cantante que hasta ayer no había pisado Avilés en su encarnadura más de fusión, pues estuvo como miembro de "Jarcha", pero no como Martirio.

Los espectadores que acudieron a la cita fueron los más devotos de una cantante que cambió de hoz y coz el panorama "nuevaolero" que se cocía en España en los años ochenta. Cuatro centenares de personas escucharon con atención los temas hiperrealistas que sonaron con predilección sobre un escenario más proclive, en las últimas semanas, a los espectáculos de teatro, que es donde Gutiérrez se hizo un nombre en los noventa: en la genuina compañía "Animalario", interpretando al juez Muñoz de "Hamelin", construyendo una carrera que presumiblemente le llevará a lo más alto en pocas semanas. Que el asturiano es un grande.