La negativa de la actriz y directora Natalie Portman a recoger el premio "Génesis" (considerado el Nobel israelí) ha sentado como un jarro de agua fría al Gobierno y la derecha israelí, que ha reaccionado con duras críticas a su decisión, en las que algunos aprecian incluso antisemitismo. Nacida en Jerusalén en 1981 como Neta Lee Hershlag, Portman creció en Estados Unidos y nunca ha ocultado su orgullo por sus "raíces israelíes y herencia judía", como dijo al rechazar asistir a la entrega del citado galardón. El motivo que adujo fue el rechazo a la escalada de violencia en Gaza y no querer aparentar que apoya al primer ministro, Benjamín Netanyahu, que iba a dar un discurso en la ceremonia. "El maltrato de los que sufren las atrocidades de hoy no está en línea con mis valores judíos", escribió la actriz.