Grases (Villaviciosa),

Mariola MENÉNDEZ

«Me parece una medida correcta porque verdaderamente hay mucho despilfarro en los alimentos». Es la opinión de Alberto Amandi, uno de los propietarios de la quesería familiar de Villaviciosa «Los Caserinos», en la que también elaboran otro tipo de derivados lácteos, acerca del cambio legislativo sobre la fecha de caducidad de los yogures.

Amandi explica que «un yogur puede llegar a los cuarenta días o más» siendo apta su ingesta. Así y todo, tiene previsto que el plazo del consumo preferente que aparecerá en sus etiquetas sea de treinta, el mismo que venían marcando para su caducidad.

Otro de los hermanos Amandi, Fernando, apunta que a él también le parece «bien» la medida porque se «indicará una fecha estimada de consumo». Lamenta que con la legislación vigente «se están tirando muchos yogures».

A esta fábrica de Villaviciosa, la futura medida no les perjudicaría demasiado, aseguran, porque hace sólo un mes que empezaron a elaborar yogures sólidos en su fábrica y estos días están presentando su versión en bebible, con gran éxito. Son productos fabricados con leche de vacas de producción ecológica, al igual que los fermentos, por lo que llevan el mismo distintivo de ecológico. Esta quesería ha encontrado en los yogures y en el arroz con leche, sus artículos más demandados, una forma de diversificar el negocio. No creen que esta medida pueda afectar al consumo al alargar la vida del producto, que alertaría de su mal estado si está «hinchado y ácido», apuntan.