Natalia González, de 49 años, nunca tuvo duda de que quería vivir y trabajar en su Navia natal. Tras estudiar Administración y Dirección de Empresas en Oviedo, volvió a su villa natal y allí abrió la inmobiliaria que hoy regenta. Fue presidenta de la Asociación de Amigos de la Ría de Navia, organizadora del Descenso a Nado, uno de los eventos más distintivos del concejo.

"Navia evolucionó bastante. Yo lo veo traducido también en la cantidad de viviendas nuevas que se hicieran desde los años ochenta. Digamos que creció el pueblo casi otro tanto. Todo este sector industrial que hay desde los años 70 favoreció mucho el crecimiento constante. Y fue a más porque todas estas industrias fueron formando un tejido empresarial en el entorno. Dinero llama a dinero y esta industria género todavía más empresas alrededor. A todo ello se unió también el Hospital Comarcal, que lo tenemos aquí al lado, en Jarrio. Digamos que todo esto dio la oportunidad a que en todas las familias entrase más de un sueldo al mes".

"Además el carácter de las personas de esta zona del Occidente, al menos lo que yo conozco, siempre fue bastante afable y todo eso contribuyó a que tanto los que vinieron a vivir como los turistas se encuentren a gusto aquí. Yo conocí gente que vino a veranear hace muchos años y acabaron quedándose aquí porque se les atendía bien".

"Yo fui presidenta de la Asociación de Amigos de la Ría de Navia, que organiza el Descenso a Nado. Pero, mira, no soy nadadora. Y quisiera. Nadar es una espinita que tengo ahí clavada. Muchas veces, cuando te vienen nadadores y los acompañas unos días por aquí te preguntan cuántas veces lo nadaste y les digo que ninguna y se me quedan como diciendo: ¿pero entonces tú qué haces aquí? Fue todo por vínculo familiar. Mi padre, Juan Vicente González, que falleció hace 16 años, y que también presidió la asociación, prácticamente toda su vida estuvo inmerso en organización del Descenso. Así que ya desde niña yo participaba en la organización, todos aportábamos nuestro granito de arena. Vas haciendo lo que sabes y, al final, te vas quedando por dar continuidad en el tiempo a este evento que es una gran tradición aquí. Este año, que fue la edición número 64 hubiera sido la 65 si no fuera por el parón por la pandemia. El evento tiene mucho arraigo aquí. No solo es natación, es un evento folclórico y cultural y aporta mucho valor a Navia porque atrae muchísimos visitantes. En los últimos tiempos estaban viniendo 800 nadadores, con ellos vienen sus entrenadores, familiares..."

"Mi padre, junto con otro señor que está en la organización, Juan Ignacio Martínez Villamil, impulsó una plataforma que se hizo en Navia a favor de construir una piscina. Durante 30 años lo pelearon y se consiguió en 2004, creo que fue. En Navia tenemos muy buenas instalaciones deportivas, todo hay que decirlo. Eso mejora la calidad de vida de la gente y permite que desde que eres niño o adolescente te metas en el mundo del deporte. Aquí tenemos unos 35 clubes y asociaciones deportivas. Hay de todo aparte de fútbol. Hay baloncesto, ciclismo, bádminton, vela, kárate, gimnasia rítmica... En 2018 nos dieron el premio de ‘Villa europea del deporte’ por ser el lugar con más actividad deportiva en función del número de habitantes. Y es cierto que hay esa cultura. Que desde crío o desde cría puedas optar por un deporte aparte de estudiar. Igual empiezas en piragüismo y luego no te gusta e igual te vas para natación o para baloncesto. El caso es tener oportunidades de practicarlo. Y aquí puedes hacerlo".