En elaboración la normativa salmonera del próximo año, que se prevé continuista

En el Principado ya están manos a la obra para diseñar la normativa que regirá la pesca del salmón de la próxima campaña de 2024 y, según las primeras informaciones, después del "terremoto" del año pasado en el que la Dirección General del Medio Natural dio un paso al frente para adoptar restricciones tendentes a proteger la especie, en esta ocasión no se esperan grandes cambios. Suele ser a lo largo de octubre cuando se reúne el Consejo de Pesca en el que, oídas las distintas asociaciones de pescadores y a los expertos, se determina la normativa que suele publicarse en el BOPA antes de noviembre.

Los pescadores andan con la mosca detrás del salmón: llega el turno del rey del río

A pie de río, los más reaccionarios a las restricciones dan la batalla por perdida y asumen que no queda otra que asumir los límites. Este 2023 se limitaron a dos los salmones por pescador y temporada. Además, se estableció un plan especial para la cuenca del Nalón-Narcea con un cupo de salmones –240 total– y el disfrute de las zonas libres fijado los días por semana para reducir la presión pesquera y favorecer a los visitantes de fuera de la región para que disfrutase de cotos sorteados para el fin de semana.

Los defensores de las restricciones dan por hecho que se mantendrán ya que dieron frutos como que haya más salmones en los ríos y se haya podido pescar, al contrario que en otros lugares donde la escasez progresiva ha llevado a suspender la actividad. Lo que unos y otros esperan con expectación es si el Principado optará por llevar el modelo del Narcea a otras cuencas como el Sella y el Cares, las otras dos principales en Asturias. En esta última campaña se precintaron en Asturias en total 377 salmones: 163 en el Narcea; 146 en el Sella (la anterior campaña fueron 54, así que ésta última casi se triplicaron); 54 en el Cares ; 10 en el Eo y 4 en el Esva.