El ejemplar de calamar gigante, de unos 80 kilogramos y 8 metros, que apareció muerto en la playa de Merón, en el municipio de Villaviciosa el pasado mes de agosto murió "en una lucha de titanes". El equipo del Cepesma ha practicado la necropsia, concluyendo que se trata de "una muerte singular en un ataque de titanes" y que el ejemplar presentaba "signos evidentes de haber sido mordido por depredadores después de muerto".

El cadáve fue localizado el pasado 16 de agosto por un bombero de Luarca que se encontraba navegando con su embarcación deportiva en las inmediaciones de la playa de Merón, en el concejo de Villaviciosa.

«Es cierto que en la zona de la costa asturiana es normal que vivan este tipo de animales pero normalmente no se ven porque están hacia el interior», explicaba entonces Luis Laria, el responsable de la coordinadora poco después de recoger el ejemplar que fue trasladado en un primer momento hasta las instalaciones del Puerto Deportivo de Gijón.

La aparición de ejemplares de calamar gigante flotando en la superficie del agua en el Cantábrico "no es habitual, salvo en el 2001 y 2003 por razones de estudios para reconocer los yacimientos de recursos energéticos como el petróleo y el gas natural y que provocaron la muerte de al menos cuatro ejemplares en el 2001 y cinco en el 2003", según indican desde el Cepesma.

También se realizó el estudio de otro ejemplar de la misma especie, Architeuthis, en este caso un macho de unos 55 kilos, localizado en la playa de Palombina, en Llanes.