El PSOE rechazó ayer en el Congreso -por "electoralista"- la proposición no de ley con la que el PP pretende "blindar" las inversiones pendientes para concluir la red estatal de Alta Velocidad, incluyendo la línea Madrid-Asturias, adjudicándole un carácter "estratégico" e instando al Ejecutivo de Rajoy a aplicar los fondos que sean necesarios para procurar su culminación en el menor plazo posible. Aunque de acuerdo en el fondo de la propuesta, que sale adelante merced a la mayoría absoluta del PP en las Cortes, el portavoz socialista de Fomento, Juan Luis Gordo, defendió sin éxito una enmienda en la que reclamaba la inclusión de compromisos presupuestarios, grados de ejecución y calendarios concretos para la conclusión de las obras en marcha.

"Al ritmo de inversión anual del Gobierno del PP serían necesarias cuatro décadas para culminar los corredores de Alta Velocidad", denunció Gordo, que calificó la propuesta popular de "engaño" a la ciudadanía y proclamó que, con ella, los conservadores "dan por iniciada la campaña para las elecciones generales" del otoño.

Al igual que sucedió con la del PSOE, el PP tampoco aceptó una enmienda de Foro, defendida por su diputado, Enrique Álvarez Sostres, en la que exigía la culminación de la línea de AVE entre León y Gijón con ancho específico de AVE en todo el trazado. "Foro siempre será favorable a la Alta Velocidad no sólo para Asturias, sino para aquellas comunidades autónomas que puedan incluirse en los diversos planes de modernidad de las infraestructuras ferroviarias", subrayó Sostres.

Susana Pérez, del BNG, reclamó en otra enmienda rechazada por la mayoría popular la "máxima prioridad" para la línea de AVE de Madrid a Galicia, así como para la red ferroviaria interna de la comunidad autónoma vecina, mientras que Isabel Sánchez, del PNV, exigió igual trato para la "Y" vasca. Por cierto, fue la única portavoz ajena al PP que mostró un apoyo expreso a su proposición.

Entre las intervenciones más contundentes en contra del modelo español de AVE estuvo la de Carlos Martínez Gorriarán, de UPyD. Reclamó, en línea con las tesis de destacados economistas expertos en infraestructuras, como el catalán Germà Bel, hasta la paralización de proyectos. "No hay justificación alguna para seguir invirtiendo en un medio de transporte de lujo y no en las cercanías o en los grandes corredores de mercancías como el del Mediterráneo", señaló el diputado "magenta", para quien "disponer de una línea de Alta Velocidad no es un derecho, lo que es un derecho es disponer de un transporte de calidad".

En representación de Izquierda Plural, Asunción de las Heras también se posicionó en contra de declarar como "estratégicas" las líneas de AVE en obras o en proyecto. "La apuesta por la Alta Velocidad es desmedida y un despropósito, sobre todo si se tienen en cuenta los recortes que se han aplicado en servicios sociales esenciales durante los últimos años", enfatizó la parlamentaria. A su juicio, "apostar por el ferrocarril no es hacerlo por el elitista AVE, sino por los trenes de altas prestaciones, los de cercanías y las mercancías".

También abogó por incrementar las inversiones en cercanías el portavoz de CiU, Pere Macías, a quien el popular José Andrés Ayala, le afeó que "quiera dejar a territorios españoles sin AVE cuando Cataluña ya tiene los mejores servicios de Alta Velocidad de toda España". Macías precisó que "nada hay en contra de que se terminen las obras de AVE que ya están en marcha", pero subrayó que, en estos momentos, lo "esencial" es la mejora de los trenes de proximidad. "Y no solo en Cataluña, también en Galicia, en Asturias y en el resto del Estado", indicó el diputado nacionalista.

Frente a los reproches de la práctica totalidad de los portavoces de la oposición, el popular Ayala realizó una encendida defensa de las bondades de la Alta Velocidad española y, en una alusión más bien poco velada a Ciudadanos, criticó con dureza a quienes lo han puesto en solfa por "intereses electoralistas". Para el diputado popular, el carácter estratégico que su formación reclama para el AVE "no es un empeño caprichoso", sino que está basado en las mejoras que supone para la movilidad de los ciudadanos, la cohesión social y la dinamización de la economía. "Nuestro objetivo es garantizar el AVE a todos los territorios de España", sentenció.