Ritmos distintos, prioridades diferentes y visiones políticas poco afines. La reunión de la Federación Socialista Asturiana con Podemos, la segunda que celebran ambas formaciones para intentar desbloquear el nombramiento de presidente de Asturias, sirvió para constatar las distancia que les separa, que hace muy difícil, si no imposible, un pacto que facilite al PSOE la formación de gobierno.

Aunque el tono fue "cordial" y no se cerró la puerta a mantener nuevas negociaciones, para el PSOE hay una discrepancia fundamental, al menos sobre los tiempos políticos, según reconoció explícitamente el presidente en funciones, Javier Fernández. "Nos reunimos con ellos el martes pasado y quedaron en mandarnos un documento con sus prioridades; por las razones que sean, no lo han enviado hasta hoy a las tres y pico de la tarde", señaló Fernández, que destacó que se trata de un texto "prolijo", con medidas de calado "que exigen un estudio técnico en profundidad", lo que dificultaría cualquier acuerdo a corto plazo. "Vamos a analizar en detalle este documento. Hay muchas medidas sobre las que habrá que trabajar, por grupos que tengan un conocimiento específico de los temas. Para hacer un análisis con rigor y dar una respuesta adecuada se requiere tiempo, es una negociación a medio plazo". Y Asturias, añadió, "tiene prisa" por contar con un gobierno. "Hay decisiones que hay que tomar, y yo no estoy dispuesto a adoptarlas con un gobierno en funciones", afirmó. En el documento presentado Podemos resume su programa electoral. Entre otras cosas pide varias auditorias y comisiones de investigación.

Y es que si la prioridad máxima para el PSOE ahora es conseguir la investidura y formar gobierno, para Podemos es otra, "sentar las bases de un gobierno distinto, que tome nota del resultado de las elecciones". "Nuestras medidas van más allá del todo a cien, no vamos a comprar productos que no duren cuatro años, la legislatura", según Emilio León.

El portavoz de Podemos insistió en que durante las dos horas y media de reunión constató "diferencias" importantes en la visión política, sobre todo en el diagnóstico sobre el alcance de la corrupción y el clientelismo en Asturias, y las medidas para atajar el problema. "Constatamos con preocupación que hacemos un diagnóstico distinto de la situación", señaló León, que considera que la lucha contra las malas prácticas políticas debe generar fondos para la reactivación económica. Y habló también de "gestos a corto plazo", como la contratación de personal eventual en la red sanitaria durante el verano, para luchar contra las listas de espera, entre otras.

Y así, sin fijar fecha para una segunda reunión, dando todos por casi imposible un acuerdo sobre la investidura, pero sin cortar la posibilidad de negociar más adelante medidas de gobierno, acabó la reunión, que deja a Javier Fernández pendiente del pacto con IU, ya avanzado pero que depende en buena medida de una reunión prevista para hoy, y de Ciudadanos, con quien se verán por la tarde, y que también coquetea con la candidata del PP, Mercedes Fernández.

El nombramiento del presidente asturiano no sólo centró ayer la actividad política regional. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, hizo una llamada a "la responsabilidad" del resto de los partidos en Asturias para que "faciliten" el Gobierno de Javier Fernández, ya que la pluralidad, dijo, "es para enriquecer la acción de gobierno, no para bloquear". La presidenta andaluza, Susana Díaz, afirmó que lo que ocurre en Asturias "no es casualidad, hay quien no quiere que se consolide el proyecto mayoritario del PSOE", lo que ya sucedió, dijo, en Andalucía.