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Pasarse la pelota por el túnel de Pajares

Fomento se escuda en que ha aportado todo el dinero prometido para acabar la Variante mientras en la obra hablan de imprevistos técnicos y económicos que la ralentizan

La ministra de Fomento, Ana Pastor, atiende a las explicaciones de Javier Gallego, director general de construcción del Adif, ante uno de los túneles de la variante de Pajares el pasado viernes. JULIÁN RUS

En La Pola de Gordón, bajo la boca Sur de los túneles gemelos de Pajares, Ana Pastor hizo una finta delante de la pregunta por el día exacto de la llegada del AVE a León. La vía está lista desde hace semanas y ya era público el anuncio de que funcionará en septiembre. ¿El día? "El día todavía me lo tienen que decir a mí". Si la ministra de Fomento se escabullía de especificar la fecha de estreno de una obra ya terminada, ya no tenía sentido esperar un plazo para la Variante, que está sin acabar y ni siquiera tiene todas las vías puestas en el túnel. La proverbial precaución de Pastor, generalmente poco amiga de dar fechas que la hagan rehén de sus palabras ante hipotéticas demandas de modificados de última hora como condición para cumplir los plazos, se dilata a las puertas de la variante de Pajares.

Allí, al pie de la entrada de los 25 kilómetros de pasillo subterráneo bajo la Cordillera Cantábrica, el viernes escogió con cuidado hasta los verbos. Habló de este año para "terminar la obra civil", de lo que queda de 2015 para "ejecutarla", apenas pronunció nada sobre abrir o poner en servicio la infraestructura. Ana Pastor anda con pies de plomo por los tubos que deben garantizar la conexión ferroviaria de Asturias con la Meseta. Incluso en el prólogo de una campaña electoral camina con cautela por este terreno física y figuradamente inestable, ella dijo "nada fácil", donde han pinchado sin excepción las previsiones de gobiernos de todos los colores políticos. La ministra se previene especialmente en una obra que ha sufrido modificados y proyectos complementarios por docenas, que empezó presupuestada en 1.858 millones y no va a salir por menos de 3.500, que puede dejar al Ministerio a merced de cualquier petición de más dinero a cambio de entregar la obra en la fecha anunciada por la Administración.

El viernes, con muy buenas palabras, después de agradecer profusamente el esfuerzo "de todos los profesionales que llevan años trabajando en este túnel", Pastor devolvió la pelota al campo de las empresas. Sabía que la bola había sido enviada antes a su terreno desde las plantillas de trabajadores, que mencionaron las dificultades técnicas y económicas como motivaciones del avance renqueante en la obra, y se afanó en borrar del discurso la excusa del dinero. Así se lo fue diciendo en su recorrido alrededor de los túneles a los responsables de las contratas, a los obreros, a los diputados, a los periodistas: "Hay dinero para financiar todas las obras del túnel de Pajares".

"Un esfuerzo"

Y si esto no se acaba en plazo, vino a decir, no será por problemas de financiación achacables al Gobierno. Pidió a continuación "un esfuerzo" a las empresas para cumplir y acabar este año y se propuso "intentar que se refuercen las plantillas" en verano. Con buen tono, dijo "intentar" y no exigir, enviando la responsabilidad con cariño al territorio de las contratistas. Estaba llegando, según el Ministerio, hasta donde podía. Una vez puesto el dinero a disposición de las adjudicatarias, según precisaban ayer fuentes de Fomento, lo único que para la Administración es posible es "intentar optimizar y agilizar una obra, pero siempre dentro de la normativa contractual".

La vía libre no es completa, en líneas generales quien financia aporta el dinero comprometido y quien ejecuta organiza la estrategia operativa para finalizar el trabajo en los plazos fijados dentro de los límites que establece la ley. Quien paga puede, según el Ministerio, "intentar" meter una velocidad más a los trabajos y que de ahí la invitación de Pastor a las empresas sobre la acometida de un incremento del personal al servicio de la obra de la Variante. Uno de los mantras de los especialistas en obra pública establece que casi todo es posible si hay recursos suficientes. El problema es la elasticidad del concepto "suficiente" y su significado diverso según quien pronuncie la palabra. En este caso, Fomento sostiene que "todo el dinero está para que se pueda terminar en plazo" y que a partir de aquí "todo va a depender de la agilidad y de las cuestiones técnicas". Es decir, que todo queda ahora pendiente de la marcha que sean capaces de dar al trabajo las empresas adjudicatarias. Fuentes de la obra han hablado de "parones continuos" en el avance de la faena por dificultades técnicas y económicas y del mucho trabajo que queda todavía por hacer.

Hay que considerar, y la propia Ministra invitó a hacerlo el viernes en La Pola de Gordón, que en la obra muy compleja que ha abierto paso bajo Pajares se han registrado a lo largo de todos estos años filtraciones de miles de metros cúbicos de agua ya controladas, deslizamientos inesperados de laderas inestables aún en vías de resolución, robos de cable y una intoxicación de trabajadores que obligó a detener la tarea en el interior de los tubos durante un mes. Aun así, incluso teniendo en cuenta todo eso, Ana Pastor piensa que el dinero aportado es suficiente para acometer en cinco meses todo lo que queda. Vías, electrificación, sistemas de seguridad, obras exteriores... Dijo que se puede con la financiación disponible y lo hizo tras reclamar de las empresas "la máxima colaboración y diligencia. Sé de su buen hacer, sé que la ingeniería española es de las mejores del mundo" y el túnel de Pajares "uno de los mas importantes del mundo en cuanto a su complejidad y su longitud. Un reto de ingeniería, pero uno que se hace para algo, para los trenes", concluyó.

317 millones en 2015

Cuando habla del presupuesto, y de que está "todo él" a disposición de las empresas, la Ministra se refiere a los contratos que quedan por ejecutar en la obra que debe permitir que los trenes atraviesen la Variante. Los Presupuestos Generales del Estado de 2015 consignan para el paso ferroviario bajo la Cordillera una partida de 317,2 millones de euros. En una de las fases actuales de los trabajos, la del montaje de vías en el interior del túnel, hablar del presupuesto es referirse a la dotación de los dos contratos en que se ha distribuido el ensamblaje del carril entre La Robla y Pola de Lena. Ambos fueron adjudicados hace más de un año. La instalación de raíles en los 27 kilómetros que van de La Robla a la mitad del túnel fue encomendada el 30 de mayo de 2014 a FCC y Acciona, cuenta con una financiación comprometida de 9,4 millones de euros y un plazo de ejecución de un año.

El ensamblaje de las vías en el tramo restante, los 22 kilómetros que llevan hasta Pola de Lena, le fue asignado el 27 de junio de 2014 a la empresa Dragados a cambio de diecinueve millones de euros y con un periodo de finalización fijado inicialmente en quince meses. Este último trayecto incluye el paso por la ladera inestable de las inmediaciones de Campomanes, el imponderable que más quebraderos de cabeza ha dado a los responsables de las obras en la última fase de la tarea. Ahí, donde aún se localiza alguno de esos obstáculos técnicos sin resolver que condicionan el final de la construcción, Fomento mantiene la previsión de que el tendido se ejecute durante el próximo otoño.

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