Los pescadores asturianos ya sacan más beneficios de la ortiguilla que del bugre. Las estadísticas de la dirección general de Pesca revelan que el año pasado se subastaron en las lonjas de la región 50.713,93 kilos de anémonas de mar, un 97,6% más que desde 2012, año en el que se comenzó a pescar esta especie en Asturias. Por ese volumen de capturas, los profesionales obtuvieron 245.373,35 euros, más que con el bogavante y casi tanto como con el centollo.

Debido al creciente interés de su explotación, la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales también ha restringido su extracción, ya que de no ser controlada se "podría comprometer su sostenibilidad en el tiempo", según los científicos. En este caso, las capturas se limitarán sólo a profesionales, que deberán cumplir con un cupo máximo diario de 20 kilos por persona. El Principado prohibe su recogida del 1 de abril al 31 de mayo.

Asturias exporta la ortiguilla a Andalucía, donde se cocina a modo de fritura. Pese a no ser prácticamente conocido en otras regiones, este plato es muy típico en la costa gaditana. Investigadores de Granada ya están intentando cultivar en Galicia anémonas de mar para la alimentación. De esta especie, no obstante, se pueden obtener sustancias bioactivas para su uso en productos farmacéuticos o cosméticos. Son animales marinos que se adhieren normalmente al sustrato y pueden llegar a medir dos metros.