El Montepío de la Minería acusó ayer en un comunicado al ex secretario general de CC OO de Asturias Alberto Rubio de haberse inhibido del presunto fraude cometido con las operaciones inmobiliarias en Murcia y Almería pese a las denuncias que realizaron dirigentes de su sindicato. "Debería haber acudido a la Fiscalía o al Juzgado", asegura la dirección de la mutualidad, añadiendo que "con su flagrante inhibición en 2003, responsabilidad de la que ahora pretende zafarse, se perdió una oportunidad de atajar el resto de desmanes, irregularidades y presuntos delitos que vendrían más tarde y que hoy son objeto de instrucción judicial", en referencia al "caso Hulla".

Alberto Rubio afirmó el pasado día 21 que en 2003, cuando él era secretario general de CC OO, ya advirtió de que algo iba mal en el Montepío, y que hubo una reunión y una resolución de la ejecutiva de su sindicato en la que se pedía que se clarificaran las operaciones inmobiliarias y que se pusiera orden en el Montepío, que presidía el SOMA.

La actual dirección de la mutualidad, también del SOMA, afirma en su comunicado de ayer que esa resolución fue de carácter "interno, intrascendente y sin ningún valor legal". Eso sí, la denuncia de los hechos le costó entonces la destitución al vicepresidente del Montepío, Salvador Fernández, designado por la entonces Federación Minerometalúrgica de CC OO (ahora de Industria).

Alberto Rubio encabeza la Asociación de Mutualistas, críticos con la dirección hasta el punto de pedir en repetidas ocasiones su dimisión y que llegaron a abandonar la última asamblea general de la mutualidad.

El presidente actual del Montepío, Juan José Pulgar, mantiene que esta postura sólo responde a una postura particular, y que es la propia mutualidad la que está trabajando para depurar responsabilidades.