Un sondeo ha desatado ya los nervios electorales en los partidos: se trata de la primera encuesta que tiene en consideración los efectos de un posible ascenso de Ciudadanos (Cs), fue realizada al filo de las elecciones en Cataluña y entregada en enero. No ha sido encargada por ninguna formación política, por lo que no ha pasado por la cocina de ninguno, y es probable que quien lo recibió por encargo jamás la haga pública, como ya ocurrió en anteriores ocasiones: la tuvo el año pasado y la guardó en un cajón. El estudio (algo más de 400 entrevistas), al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA y que esta semana ha circulado por ambientes políticos de distinto signo, prevé un hundimiento de Foro, la caída de Podemos y coloca a Ciudadanos como tercera fuerza en el parlamento asturiano. Los socialistas continuarían siendo los más votados, aunque PP e IU lograrían una leve mejoría.
En resumen: el reparto de escaños continuaría reflejando una fragmentación compleja, y sólo la alianza a tres del centro derecha permitiría pensar en la opción de desbancar a los socialistas del Gobierno. Podemos, en franco receso, quizás tendría que apuntalar al PSOE para que la izquierda conserve sin sobresaltos el gobierno. Pero la actitud que adoptaría Ciudadanos es una incógnita: ¿y si se convirtiese en un aliado del PSOE? Porque el escenario político coloca a los naranjas en Asturias en una cómoda posición para ser fiel de la balanza. Quién gobierne en Asturias quizás esté en su mano.
El sondeo no hace un reparto de escaños, pero sí señala un pronóstico en porcentaje de votos. Según el estudio, los socialistas seguirían siendo la fuerza más votada manteniendo prácticamente el porcentaje; los populares registrarían una leve subida de algo menos de un punto porcentual, pero quedarían aún por debajo de los socialistas. Llamativo es en cambio el descenso de Podemos, que perdería cuatro puntos y medio porcentuales. Ciudadanos, en cambio, protagoniza un espectacular ascenso que permitiría a la formación naranja duplicar su respaldo, pasando del 7,12 por ciento de las papeletas al 15,3 por ciento, lo que la colocaría como la tercera fuerza en Asturias. Izquierda Unida se mantendría con una muy leve subida en torno al 12 por ciento de los votos. A cambio, Foro Asturias perdería casi la mitad de su electorado al pasar del 8,19 por ciento de los votos al 4,2.
Aunque el sondeo no hace una extrapolación sobre cómo se repartirían los escaños (Asturias tiene la complicación añadida de que existen tres circunscripciones), es fácil hacer un cálculo aproximado si se supone que la tendencia que establece el sondeo se produce de manera homogénea en todo el territorio. En el centro de Asturias, los socialistas mantendrían sus 9 escaños, el PP subiría de 7 a 8, Podemos perdería dos asientos al pasar de 7 a 5, Ciudadanos obtendría 6 escaños, IU mantendría sus 5 diputados y Foro Asturias pasaría de 3 a solo 1. En la circunscripción occidental nada se movería y los siete diputados en liza se repartirían como en 2015: 3 al PSOE, 2 al PP y 1 a Podemos. Pero en el Oriente, donde se pelean 5 escaños, la caída de Podemos podría hacer que los morados perdiesen un representante, que pasaría al PSOE, con un reparto de tres escaños para los socialistas y dos para los populares. Así las cosas, y siempre según los cálculos a partir del sondeo del mes pasado, el PSOE obtendría 15 diputados (uno más); el PP lograría 12 (también uno más), Ciudadanos obtendría 6 escaños, al igual que Podemos, Izquierda Unida mantendría sus 5 parlamentarios y Foro salvaría apenas un diputado.
Varias son, todo hay que decirlo, las debilidades de esta encuesta. La primera, que aún queda mucho recorrido para las próximas autonómicas, previstas en el horizonte de mayo del próximo año; pero también que no tiene en cuenta el posible efecto que pueda tener la designación de candidatos. Por ejemplo, los socialistas aún han de elegir a su cartel electoral, ya que Javier Fernández no optará a la reelección. También es probable que Ciudadanos lleve a cabo una renovación y está por ver si Foro decide que su candidata en Asturias sea la hoy alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón.
Con todo, una encuesta siempre es una radiografía de intenciones en un momento determinado, y esta constata dos cosas: primera, que un acuerdo del centro derecha podría estar a las puertas de convertirse en opción de gobierno frente a los socialistas y, segunda, que quizás Podemos acabe enfrentándose a la dicotomía de ser decisorio para elegir si apoya un gobierno de izquierdas o deja pasar, en cambio, uno del centro-derecha. En todo caso, el escenario hipotético más probable sería el de un presidente socialista.
El sondeo electoral incluye varios análisis, no sólo de voto: evalúa el espectro ideológico de los votantes de cada partido, los desagrega por estudios, edad o profesión. Pero uno de los apartados más interesantes es el de valoración de los líderes políticos asturianos. El socialista Javier Fernández y el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, son al tiempo los más conocidos y los mejor valorados. Llamativo es el caso del presidente autonómico, que logra una aceptable valoración en todos los espectros ideológicos, sobre todo en el centro izquierda. La presidenta del PP, Mercedes Fernández, obtiene el tercer puesto, con una muy buena nota de valoración en el centro-derecha.
Según el sondeo, los votantes huidos de Foro se reparten entre PP y Cs, pero la formación naranja también recibe electorado de Podemos. Significativo es otro estudio reciente realizado en Gijón y que analiza el escenario en las municipales próximas. Los foristas no lograrían evitar perder a la mitad de su electorado pese a la buena valoración de la alcaldesa, Carmen Moriyón. Un empate entre populares y foristas, más el ascenso de Cs, podría sentar la posibilidad de que una alianza de centro derecha gobernase en la ciudad más poblada de Asturias.
