Un desastre. Así es como está resultando el verano para el sector turístico asturiano, que fía al mes de agosto salvar la temporada estival. La causa principal es el mal tiempo, aseguran gerentes de hoteles, restaurantes, de establecimientos hosteleros y hasta los guías turísticos. Y es que no sólo hay menos turistas que el año pasado, sino que además acortan su tiempo de estancia. Por contra, los asturianos sí viajan y las agencias de viajes registran un volumen de negocio similar al del año pasado y algunas incluso algo mejor, aunque admiten que la mayoría son reservas realizadas ya en el primer trimestre del año, que pueden suponer un ahorro de hasta el 30 por ciento en el precio final.
La patronal del turismo asturiano, OTEA, ha tomado el pulso al sector a expensas de conocer los datos oficiales. Mayo fue malo y junio peor, igual que la primera quincena de este mes de julio. No sólo porque la afluencia de visitantes sea inferior a la del año pasado en las mismas fechas, sino que además se acortan los días de estancia. La razón, según fuentes de la patronal, es sin duda el mal tiempo.
La concatenación de escasas reservas y el acortamiento de estancias ha provocado que incluso en momentos puntuales algunos negocios hoteleros bajaran sus precios para intentar atraer clientes.
El mal tiempo lo sufren especialmente los negocios de la costa asturiana. Al no poder disfrutar de días de playa, los visitantes se desplazan al interior de la región, con Oviedo y la zona del Oriente, sobre todo Cabrales. Pero según coinciden en señalar desde el sector, cuando llevan tres o cuatro días y no ha dejado de llover, muchos se van. Sobre todo familias con niños".
Noelia López, presidenta de la Asociación Profesional de Informadores Turísticos y Guías de Turismo de Asturias (APIT), señaló que las visitas guiadas se están manteniendo en Oviedo por el Prerrománico y la catedral. "Pero es cierto que muchos vienen de paso y se van. El mal tiempo echa a la gente para atrás y hacen la visita y se van. Sólo si no llueve se quedan un poco más y van a restaurantes o toman algo en las terrazas", aseguró.
El Occidente asturiano, con enclaves típicos como Cudillero y Luarca, tampoco tiene la cantidad de turistas que registró el año pasado. Sonia Cernuda, guía turística en la zona, señaló que "se nota mucho en la restauración. Puedes encontrar dónde comer en cualquier terraza, cuando eso hace un año era impensable". Y aporta un dato: "Cuando anuncian chubascos dispersos en Asturias nos matan. Porque puede llover en Oviedo, pero en la costa lo hace mucho menos. La gente escucha que va a llover y ya no se anima a salir, y cuando llueve, pues quienes vienen acortan las estancias".
Rosa Sabater es guía turística en la Mancomunidad de Avilés, donde "se ha notado muchísimo el bajón este año. El verano pasado no parábamos, y en este nos podemos repartir porque hay mucho menos trabajo". Sí admitió que "se ha notado la exposición de Sorolla en el Centro Cultural Niemeyer". Y es que "lo que sí es cierto es que los turistas que vienen sí buscan buen producto cultural y artístico e invierten en hostelería y gastronomía".
Las agencias de viajes asturianas, por contra, aseguran que en líneas generales, sus negocios registran datos semejantes e incluso en algunos casos superiores, a los del verano de 2017. Los destinos contratados por los asturianos son los clásicos para las familias Mediterráneo, islas y Europa. Pero a estos se suman con un incremento de éxito notable en los últimos años, los paquetes de viajes organizados, especialmente a países del Oriente.
Íñigo Fernández, presidente de la asociación de Operadores Turísticos y Agencias de Viajes de Asturias (OTAVA), explicó que "cada vez hay más reservas anticipadas, para aprovechar las ofertas con importantes descuentos que no se encuentran cuando las fechas ya están muy próximas".
También señaló que las agencias de viajes están recuperando terreno respecto de Internet. "Muchos se están dando cuenta de que no siempre es más barato que contratar con especialistas, y que además nosotros ofrecemos garantías mientras que en la contratación online nadie asume responsabilidades".
