Las autoridades sanitarias alemanas, siguiendo una recomendación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), han advertido de que entre los efectos secundarios del uso de anticonceptivos hormonales puede haber depresiones graves, que incluso pueden generar una tendencia al suicidio.

"Ánimo depresivo y depresiones son efectos secundarios conocidos del uso de anticonceptivos hormonales. Las depresiones pueden ser graves y pueden llevar a tendencias suicidas y al suicidio", señala un comunicado del Instituto Federal Alemán para Medicamentos (BfArM).La citada entidad precisa que los laboratorios farmacéuticos deben advertir de que es conveniente que las mujeres que detecten cambios de ánimo al empezar a usar anticonceptivos consulten a su médico.

La EMA había planteado la recomendación de que se formulase esa advertencia sobre la base de un estudio basado en datos de los registros sanitarios daneses.

El riesgo se duplica

El citado infome observó a 475.802 mujeres durante un promedio de 8,3 años y que antes no habían tomado anticonceptivos hormonales. Los resultados muestran que el riesgo de un intento de suicidio es casi el doble que el de mujeres que no usan anticonceptivos hormonales.

El riesgo, según el estudio, es mayor entre mujeres de entre 15 y 19 años que entre mujeres mayores.

La EMA llegó a la conclusión de que, debido a la limitación de los datos, no se puede establecer una clara causalidad, pero agregó que se sabe que el ánimo depresivo puede ser un efecto secundario del uso de anticonceptivos.

También se sabe que una depresión grave es algo que puede generar una tendencia al suicidio. En consecuencia, considera importante que en los prospectos de los anticonceptivos hormonales se advierta del potencial de gravedad de esos efectos secundarios conocidos.

Cabe citar un antecedente. Tiempo atrás, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) emitió una alerta para informar a las mujeres portadoras de "Essure", un implante anticonceptivo permanente, de qué hacer en caso de que noten molestias. Desde la OCU recomendaba entonces que si la paciente notaba molestias, debía acudir a su médico. Los síntomas más frecuentes asociados a este dispositivo eran: dolor pélvico, dolor articular o lumbar, inflamación abdominal, hemorragias, cansancio, cefaleas, alopecia y también se han referido síntomas alérgicos (urticaria, picores) y cambios del estado de ánimo (depresión).