La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La lluvia apaga el fuego de sierra Sollera y la Guardia Civil investiga si fue provocado

"Pasamos la noche dando vueltas y avisando de focos; no durmió nadie", dicen los vecinos de Prahúa (Candamo), los más afectados por el fuego

Estabilizado el incendio que ha arrasado la Sierra de la Sollera

Estabilizado el incendio que ha arrasado la Sierra de la Sollera

Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Estabilizado el incendio que ha arrasado la Sierra de la Sollera La Mortera (Candamo), Sara ARIAS

La lluvia terminó apagando ayer el devastador fuego de la sierra Sollera, en la zona limítrofe de los concejos de Salas, Grado y Candamo y cuya columna de humo llegó hasta Gijón anteayer miércoles empujada por los fuertes vientos. Los efectivos de Bomberos del SEPA, tres empresas forestales y la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BRIPA) se afanaron ayer desde primera hora en controlar los focos que aún quedaban en las sierras de El Corrón y La Caba (Candamo) y la zona de Los Llanos (Salas). Una actuación que contó con las labores del helicóptero. Y con la lluvia, que desde el mediodía ayudó a sofocar las llamas y propició la desactivación del Plan de Incendios Forestales del Principado de Asturias (INFOPA). Por su parte, la Guardia Civil solicita la colaboración ciudadana para obtener información -a través del 062- que permita aclarar si se trata de un incendio provocado, aunque todo parece apuntar a ello. Una vez se determine el origen de las llamas, comenzará la investigación de la autoría.

El incendio de sierra Sollera tomó una envergadura considerable y afectó a los montes, en su mayoría de utilidad pública, de la zona. Hectáreas de eucaliptos y pinos. Las fuertes rachas de viento lastraron las labores de extinción y levantaron pavesas que prendieron focos en otros puntos cercanos, como el fuego que afectó a Picaroso (Grado) y Villamarín (Candamo).

Mientras los efectivos trabajaban ayer, en los pueblos la normalidad se restablecía tras el nerviosismo del pasado miércoles, cuando las llamas rodeaban las localidades de Prahúa (Candamo) y Picaroso (Grado). Dos personas tuvieron que ser evacuadas a primera hora de la noche de El Guitín, ante la cercanía de las llamas. Nadie descansó. "Nos pasamos la noche dando vueltas y avisando de focos. Hubo uno que amenazaba con las pavesas un hórreo a la entrada del pueblo", comentó José Manuel García, de Prahúa. Y al amanecer comenzaron con labores de mejora en las inmediaciones del pueblo, como cortar troncos humeantes que amenazaban con prender de nuevo las llamas.

"Vamos a intentar quitar todos los que tengan peligro", detalló Mariano Gómez, ganadero que vio amenazada su cuadra en la tarde del miércoles. Más de cincuenta cabezas de ganado bovino y un rebaño caprino y ovino que, por suerte, no hubo que evacuar. "Las saqué y las tengo en medio del pueblo". La noche la pasaron en Prahúa y Picaroso con incertidumbre. "No durmió nadie, en mi caso estaba preocupada por mi abuela, que está con oxígeno, y temíamos que se fuese la luz", aseguró Conchi Estrada.

En la zona pasó ya lo peor. Pero en la vecina localidad de La Mortera, dos focos siguieron activos durante la jornada de ayer, en concreto, en las sierras de El Corrón y La Caba, donde estaban desplazados la mayoría de efectivos y donde trabajó intensamente el helicóptero. El viento amainó y llegó la lluvia, lo que consiguió detener las llamas. Las labores se centraron fundamentalmente en el flanco izquierdo hasta la cabeza del incendio en La Caba y, también, por el flanco derecho en las cercanías de Picaroso.

En La Mortera, Alberto García trabajó ayer la huerta como todos los días, pero rodeado por el humo. "Pasamos la noche asfixiados y cerrados en casa, era una fumareda que se fundían los plomos y dormimos a pedazos porque salíamos a ver cómo evolucionaba", indicó. El vecino de la localidad candamina recuerda la noche con llamas "exageradas" y con el temor de que las pavesas prendiesen en zonas cercanas al pueblo: "Estaba lejos pero daba miedo". Un incendio como no habían visto antes y que, ahora, deberá ser investigado.

Compartir el artículo

stats