El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cabrales ha sido nombrado "Asturiano del mes" de agosto de LA NUEVA ESPAÑA por su extraordinaria labor, desde hace más de treinta años, en defensa del queso local, una de las principales joyas gastronómicas de la región. Una labor cuyo último capítulo fue la celebración, el día 25 del agosto, en la localidad de Arenas, del XLIX Certamen del queso, al que asistieron miles de personas y en el que, por segundo año consecutivo, el cabrales inscribió su nombre en el "Guinness World Records" como el queso más caro del mundo y de la historia, tras abonar el establecimiento El Llagar de Colloto (Oviedo), después de una disputada subasta, 20.500 euros por una pieza de poco más de dos kilos del mejor producto del año, elaborado por la quesería Arangas. Se batía así por 6.000 euros el anterior récord, que también ostentaba el queso cabraliego, con motivo de la subasta del año anterior.

Pero el trabajo del Consejo Regulador, con sede en la capital del municipio, Carreña, ha ido mucho más allá y en estas últimas tres décadas ha supuesto en esta variedad de queso azul una auténtica "revolución", que ha incluido el cambio de formato, un envoltorio reglado y un contraetiquetado que garantiza el origen, un incremento exponencial de la producción hasta quintuplicar la que existía hace tres decenios, y, sobre todo, un aumento de la calidad del producto, que dejó atrás definitivamente tópicos, como que el mejor queso era el que estaba envuelto en hojas de plágano.

De tal manera que en la actualidad, gracias al trabajo del Consejo y al compromiso de los productores, el queso de Cabrales, sin perder ni un ápice de tradición, ha alcanzado la excelencia y se vende en tiendas de toda España, e incluso algunas piezas seleccionadas se ofrecen como producto "delicatessen" en los mejores locales gourmet nacionales y de otros países, como los Estados Unidos, México, Alemania, Suiza o Reino Unido. No en vano, el cabrales es el más internacional de los quesos asturianos, pues el concejo exporta el 20 por ciento de su producción, cifrada el año pasado en unos 418.905 kilogramos.

"El cabrales es único, porque permite que sigamos degustando el sabor de la Prehistoria, porque seguimos elaborándolo artesanalmente, igual que nuestros antepasados". Y aunque no se sabe a ciencia cierta cuándo empezó a elaborarse, "hay estudios que señalan que aquí había pastores hace ya 5.000 años", resaltó la presidenta del Consejo Regulador, Jéssica López Fernández.

La salud del cabrales es "buena, cada vez mejor", señaló López, quien destacó la colaboración para mejorar el producto de los productores y los abastecedores de leche, que "cada vez se esfuerzan más". Este hecho, unido a que el Consejo cada vez exige más provocan el aumento de la calidad del producto final.

El Consejo Regulador es un organismo de control que actúa como entidad de certificación del queso de Cabrales, y que entre sus funciones tiene las de verificar, mediante controles a queserías y cuevas de maduración, el cumplimiento de las normas establecidas por la Denominación de Origen Protegida (DOP) y la calidad del producto, controlar la leche y el queso producido, inspeccionar los rebaños que aportan leche para elaborar el producto y promocionar el queso. El Consejo Regulador es elegido por los elaboradores cada cuatro años. Lo componen tres representantes de la Administración autonómica y siete de los elaboradores.

La DOP, que regula el queso producido en el concejo de Cabrales y tres pueblos del vecino de Peñamellera Alta (Cáraves, Oceño y Rozagás), llegó en 1981, pero la idea de protegerlo había comenzado a gestarse mucho antes: en el año 1972, en el concejo ya se empezó a barruntar la necesidad de proteger esa joya azul de la gastronomía asturiana que, además de portar sabor, textura y olor, aglutina cultura y tradiciones ancestrales. En la actualidad pertenecen a la DOP veintiséis elaboradores y cuarenta ganaderos y productores de leche, y el queso de Cabrales es uno de los motores económicos del concejo y uno de los productos asturianos más conocidos en el exterior.

La distinción al Consejo Regulador coincide con la elección de un pueblo del concejo en el que se elabora esta variedad quesera, Asiegu, como "Pueblo ejemplar" de Asturias 2019.