Tráfico aprieta el acelerador con las multas. Solo uno de los radares de la Autovía del Cantábrico (A-8 según datos de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). El caso es que este mismo radar, en el mismo periodo de 2018, cazó solo a 319 conductores. Por tanto, ha multiplicado sus sanciones por 38. Ocupa el puesto número 16 en el conjunto del Estado por número de multas.
El caso de este radar es grave, pero el situado en la misma Autovía a la altura del túnel de Brañaviella (Villaviciosa), en el kilómetro 366,9, no le va a la zaga. En los primeros seis meses del año cazó a a 6.369 conductores, pero es que el año pasado, en el mismo periodo de tiempo, impuso tan solo 27 multas. Por tanto, ha multiplicado sus multas por 235. En 2017 había multado a 124 conductores.
La Autovía del Cantábrico se lleva la palma. Cinco de los diez radares que más multan están en esa calzada. Están los ya citados de Quintueles y Bañaviella, pero el tercer puesto se lo lleva el radar en el túnel de Niévares, también en Villaviciosa. Situado en el kilómetro 362,6 de la Autovía, acumuló en los seis primeros meses de año 1.255 multas, si bien el año pasado tuvo una cifra de sanciones mayor, 2.069 multas, y más el año anterior, con 3.835 sanciones. El cuarto radar que más multa se sitúa también en la A-8, en el kilómetro 385,2, en el viaducto de Somonte (Gijón). Este año lleva 530 multas, pero en 2018 cazó a 1.408 conductores. El quinto que más multa está en la Autovía de Oviedo a Villaviciosa (A-64), a la altura del túnel de Fabares, en el kilómetro 8,9. Ha multado en la primera mitad del año a 291 personas, frente a las 216 de 2018 y las 22 de 2017.
Este incremento de multas resulta tanto más chocante en un año en el que se han reducido en un 40 por ciento los fallecidos en la carretera. A 10 de octubre hay que contar 17 fallecidos, frente a los 28 en el mismo periodo de 2018.
