Valdesoto (Siero) no era lo mismo sin las risas que provocan, sin su crítica social imparcial, sin sus sustos y bromas de buen gusto. Los echaban de menos y volvieron. Los Sidros y Comedies se reorganizaron en 2005, tras mucho tiempo pensándoselo y un año de reuniones. Retomaron su tradicional carnaval y, a partir de 2006, el Domingo de Sidros y Comedies. Después volvieron a actuar en los Güevos Pintos de Pola de Siero, luego en Bimenes... Y allí donde un desfile de mazcaraes les reclamase.
Su defensa y promoción de una tradición tan asturiana ha valido el reconocimiento como Bien de Interés Cultural (BIC) para la mascarada. Una distinción que llegó el pasado verano y que estrenaron al empezar este año en el Domingo de Sidros y Comedies. Por ello, LA NUEVA ESPAÑA les reconoce con el "Asturiano del Mes" correspondiente a enero.
El dulce momento de "El Cencerru" tiene un duro trabajo detrás. Tras casi dos décadas sin actividad, la asociación comenzó a gestar la vuelta de los carnavales. Fueron una decena de personas al principio. De la mano de figuras clave como su actual presidente, Pergentino Fernández, y del dramaturgo José Ramón Oliva, los Sidros y Comedies cobraron impulso convirtiéndose en una suerte de teatro costumbrista, con una ácida crítica, desde la imparcialidad, de la actualidad asturiana. De hecho, muchos de sus guiones tienen como referente noticias publicadas por LA NUEVA ESPAÑA.
Si la recuperación de esta tradición tardó en gestarse casi dos décadas, necesitaron doce años más para recibir un reconocimiento que consideran fundamental: ser BIC. Para el grupo supone un espaldarazo a su actividad que facilitará que perviva la tradición.
El pasado es algo que no olvidan. De hecho, rindieron homenaje recientemente a Vicente Rodríguez Hevia y a Luis Miguel Iglesias Cueva, quienes han plasmado en sus publicaciones cuarenta años de estudio de la tradición de los Sidros y Comedies. Este legado lo agrandan día a día los treinta miembros que componen actualmente el colectivo, todos ellos deseosos de poder retomar la actividad tras verse obligados a suspender algunas actuaciones a causa del covid-19.
Precisamente en este momento complicado les llega el reconocimiento de LA NUEVA ESPAÑA, el "Asturiano del mes" de enero, por su gran labor como promotores de la cultura regional en diversos ámbitos, desde las escuelas hasta las plazas de los pueblos.
