“Sé que son medidas contundentes. Somos conscientes de que perjudican a numerosos sectores económicos, pero no hay otra posibilidad para frenar esta segunda ola y evitar el colapso sanitario”. Así avanzaba ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, las razones que justifican el cierre de actividades no esenciales –fundamentalmente hostelería y comercio– y el adelanto del toque de queda a las 22.00 horas durante los próximos 15 días a partir de mañana, miércoles. El Ejecutivo regional solicitó además a Sanidad el confinamiento domiciliario, y el Ministro, Salvador Illa, respondió poco después que esa posibilidad no figura en los planes del Gobierno. Barbón también anunció que prepara medidas económicas compensatorias para los sectores afectados. Pero hoy la publicación en el BOPA ha matizado esos cierres. (Aquí puedes leer el BOPA completo).

En concreto en la legislación se recoge que no puede abrir ningún establecimiento minorista excepto de alimentación pero se pueden abrir, por ejemplo, mercados ganaderos, bancos, floristerías, papelerías, ferreterías y tiendas de materiales de construcción o mercadillos.

Salud Pública quería esperar otra semana más”, para ver el resultado de las restricciones aplicadas hasta ahora, “pero con los datos actuales de presión asistencial (ocupación de camas hospitalarios y plazas UCI por enfermos de covid) era necesario dar un paso más”, apuntaló el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño.

La expansión del covid-19 avanza mucho más rápido de lo que habían previsto todos los expertos, no solo en Asturias, sino en España y en Europa, remarcó ayer Adrián Barbón, quien también insistió en que la región “se estaba preparando desde agosto para afrontar esta segunda ola, con la adquisición de respiradores, material y la incorporación de casi 2000 personas (1.700) al sistema sanitario”.