Malas noticias en la residencia Canuto Hevia de Pola de Lena, el brote más agresivo de covid-19 en la región. En el día de hoy han recibido los resultados con el último cribado: hay 106 residentes contagiados y 32 trabajadores positivos en coronavirus. Casi la mitad de la plantilla.

Están al límite y necesitan contratar sanitarios, ya que hay residentes aislados en su habitación que requieren cuidados.

El número de fallecidos también ha aumentado. Hasta el momento, en la residencia Canuto Hevia se han contabilizado seis personas fallecidas por el virus. El primero fue Ramón González, padre del presidente del Montepío de la Minería, Juan José González Pulgar. Otro hombre falleció en el Credine de Langreo. También fallecieron otras dos residentes y un hombre, éste último en la tarde de ayer. Los fallecidos tienen edades comprendidas entre los 59 y los 95 años.

La residencia Canuto Hevia está gestionada por un patronato que encabeza el Ayuntamiento de Lena. Los familiares han respaldado en todo momento la gestión de los responsables del geriátrico: "Están trabajando con transparencia y nos mantienen informados de todo", han señalado. Aún así, son tiempos muy duros : "Nos estremecemos cada vez que pasa una ambulancia hacia allí", reconocieron.

La directora del centro residencial defiende que “los protocolos se aplicaron estrictamente, cumplimos con las normas sanitarias en todo lo que se pudo, pero el virus tiene muy fácil transmisión”. De hecho, no era optimista con los resultados primeros cribados: “Vista la virulencia, es normal que salga aún caso más, pero tenemos que ser fuertes, claros y sinceros”, aseguró ya al inicio del brote.

La llegada del virus también obligó a hacer cambios en la residencia para seguir el protocolo, explicó Losada. “Tuvimos que cambiar a todos los residentes de habitaciones, ya que tienen que estar sectorizados, con lo que hay una planta para los positivos, otra para contactos estrechos, una más para asintomáticos y una última para los que tienen síntomas, no puede haber relación entre unos y otros”.

Ahora necesitan un refuerzo en la plantilla para seguir con una atención que, a ojos de familiares y patronato, está siendo "impecable",