La inmensa mayoría de los más de 13.000 profesionales que integran el personal sanitario del Sespa, a los que se sumarán otros colectivos directamente relacionados, se vacunará contra el covid-19. La vacunación oficial de quienes están en primera línea de la lucha contra el coronavirus se inició ayer en los hospitales asturianos y en algunos centros de salud. Asturias inició esta nueva campaña de inmunización –la primera fue en las residencias geriátricas– con 1.500 dosis, a las que ayer al mediodía, pese a las consecuencias de la borrasca “Filomena”, se sumaron las 11.700 suministradas por Pfizer en la remesa correspondiente a esta semana. Y es previsible que estos próximos días lleguen 1.200 dosis de la vacuna de Moderna, con posteriores remesas que se moverán en cifras similares. El objetivo es que la administración sea “ágil y rápida”, explicó el Consejero de Salud, Pablo Fernández. Hasta ayer se había suministrado el 100 por cien de las anteriores remesas.

Esta vacunación oficial empezó con cinco sanitarios en el Hospital Álvarez Buylla de Mieres, aunque la semana pasada ya había sido vacunado personal de otros centros para aprovechar excedentes de dosis, una vez que ya se había inyectado a los residentes de geriátricos y a los sociosanitarios. Patricia García González, enfermera de Urgencias, María Fernández Prada, médico del servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública, y Elena Mediavilla Álvarez, enfermera del equipo de vacunación, fueron las primeras en trasladar sus impresiones y animar a todo el personal sanitario a vacunarse.

“Desconocemos la tasa de rechazo a vacunarse entre el personal sanitario, pero la inmensa mayoría se la quiere poner. La aceptación es elevadísima”, explicó la doctora Fernández Prada. Recordó que la inmunización en España es voluntaria y que no se han detectado más consecuencias entre las personas vacunadas que las propias de cualquier otra profilaxis de estas características, como la de la gripe o la antitetánica: reacción local de dolor o inflamación.

Dolores Escudero, jefa de la UCI del HUCA, recibe la vacuna.

Patricia García y Elena Mediavilla animaron a vacunarse. “Yo no tenía ninguna duda, porque es la manera de protegernos e intentar terminar con el coronavirus. Hay muchísima gente que puso mucho esfuerzo en esta vacuna y estoy segura de su eficacia”, aseguró la enfermera de Urgencias. En el mismo sentido, su compañera del equipo de vacunación incidió en que “es la única solución, la única salida contra esta pandemia. Lo más importante es protegernos nosotros y a nuestros pacientes”.

En un momento que algunos calificaron de “histórico”, también hubo críticas por parte de la organización. Por ejemplo, en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) hubo algún servicio en el que no se avisó al personal de que tenían cita para vacunarse ayer, pese a estar de descanso. A otros les avisaron cuando ya había pasado su turno o dándoles un margen de incluso un cuarto de hora para que acudieran. “El problema es que ahora nos dicen que ya no saben cuándo se pondrán esas vacunas, que tenemos que esperar. Las cosas no se pueden hacer así”. También hay miembros de determinados servicios en otros centros hospitalarios que reclaman ser vacunados ya. Ocurre, por ejemplo, con personal de radiología. “Cuando ingresa un paciente con síntomas de covid hay que hacerle radiografía, pero sin embargo no nos incluyen como preferente, igual que a otros compañeros de urgencias”, denunciaron.

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La vacunación del personal sanitario llega a Mieres

El resto de la población

El Ministerio de Sanidad estableció 15 grupos para el plan de vacunación. La primera fase, de enero a marzo, corresponde a los residentes y personal de residencias geriátricas y personas con discapacidad, al personal sanitario y sociosanitario y a grandes dependientes no institucionalizados.

Pero aún están por definir las siguientes fases y el resto de grupos y su incorporación a la fase dos (de marzo a junio) y a la fase tres (en los meses de verano). Dependerá también de la disponibilidad de las vacunas. Fuentes de la Consejería de Salud del Principado indicaron que se está a la espera de que el Ministerio establezca el calendario para planificar las vacunaciones del resto de la población.

Los grupos que están pendientes del calendario que fije el Ministerio están compuestos por personas con condiciones de riesgo; quienes viven o trabajan en comunidades o entornos cerrados; colectivos vulnerables por su situación económica; trabajadores esenciales; la comunidad docente; la población infantil; los jóvenes de más de 16 años; la población adulta; quienes estén en áreas susceptibles de reincidencia o en situaciones de posibles brotes; embarazadas y madres en periodo de lactancia, y seropositivos a SARS-CoV-2.