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Primeros indicios de que la dosis inicial de vacuna ya está protegiendo a los mayores

Los brotes recientes en residencias de la región apenas registran casos graves | Han sido inmunizados 30.000 ancianos, cuidadores y sanitarios

Una enfermera aplica la vacuna a un paciente en una residencia de Ables (Llanera). | Luisma Murias

Los mayores asturianos que viven en residencias ya disfrutan de un cierto nivel de protección derivado de la primera dosis de la vacuna, que han recibido en su mayoría entre el 27 de diciembre y el pasado día 8. Así lo han puesto de relieve diversas fuentes consultadas por este periódico, según las cuales en los brotes y casos aislados surgidos en estos últimos días en los geriátricos de la región “se percibe que hay una mayoría de casos leves”, situación poco habitual en los meses anteriores.

“Lo que estamos viendo es esperanzador, pero es un poco pronto para ser taxativos. Lo que sí sabemos es que, a partir de los doce días después de la aplicación de la primera dosis, hay un efecto protector”, corroboró a LA NUEVA ESPAÑA otro buen conocedor de todo el entramado vacunal de Asturias.

La Consejería de Salud tiene previsto que a finales de marzo –y probablemente antes, en función de la disponibilidad de tratamientos– estén aplicadas entre 140.000 y 150.000 dosis de vacuna a los colectivos declarados prioritarios por el Ministerio de Sanidad. Prioritarios en cuanto más expuestos y más vulnerables frente al covid-19.

"Lo que sí sabemos es que, a partir de los doce días después de la aplicación de la primera dosis, hay un efecto protector”

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Esto significa que, para entonces, estarían protegidos frente al virus de origen chino los mayores que viven en residencias (unos 13.500 en total), sus casi 10.000 cuidadores, entre 25.000 y 30.000 trabajadores sanitarios de los ámbitos público y privado; y unos 7.000 grandes dependientes.

Inmunizar a este último grupo acarreará mayores dificultades, pues muchos de ellos presentan grandes mermas de movilidad y requerirán que los equipos sanitarios acudan a sus respectivos domicilios. Estos desplazamientos entrañan particulares complicaciones por la fragilidad de las sustancias que componen las vacunas, circunstancia que exige un manejo muy minucioso.

Como ya se ha reseñado, los planes de inmunización de las diversas comunidades autónomas están muy condicionados por la suficiencia de los contingentes de vacunas que envía Pfizer. Ya ha llegado un primer lote de 1.200 dosis del laboratorio Moderna, pero el suministro de esta empresa será muy poco voluminoso en las semanas iniciales.

Hasta la fecha, un total de 30.000 asturianos han recibido la primera dosis de la vacuna, enfatizó ayer la portavoz del Gobierno del Principado, Melania Álvarez. La mayor parte de las personas inmunizadas hasta ahora en Asturias –en torno a unas 17.000– son profesionales que por su actividad tienen una mayor exposición al virus, como sanitarios o personal de residencias de mayores. Las 13.000 restantes forman parte de colectivos vulnerables, fundamentalmente usuarios de residencias, precisó Melania Álvarez. La portavoz no aclaró qué porcentaje de personal laboral se ha negado a poner la vacuna en estas primeras tres semanas.

El Servicio de Salud del Principado (Sespa) empezará, este próximo lunes, a administrar la segunda dosis de la vacuna de Pfizer en la Residencia Mixta de Gijón, el centro donde ya se había iniciado la vacunación el pasado 27 de diciembre. Pese al riesgo siempre latente de déficit de vacunas, las autoridades sanitarias de Asturias no se han planteado, al menos hasta la fecha, administrar solo la primera dosis de la vacuna del covid-19 a un número elevado de personas mayores, con el objetivo de lograr una protección limitada pero de más alcance poblacional. Por el contrario, la inmunización con el producto de Pfizer está siendo aplicado en la región siguiendo las pautas más ortodoxas: primera dosis, segunda dosis 21 días más tarde y consecución de la protección frente al coronavirus 7 días después del segundo pinchazo.

Según los estudios llevados a cabo, con la primera dosis se consigue un cierto nivel de protección a partir del día 12 después de su administración

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Según los estudios llevados a cabo, con la primera dosis se consigue un cierto nivel de protección a partir del día 12 después de su administración. Los datos oficiales de Pfizer indican que la tasa de protección en el intervalo entre la primera y la segunda dosis es del 52 por ciento. Esto significa que de cada 100 personas que no vacunadas se habrían infectado de covid, 52 evitan la enfermedad si se vacunan. O sea, protege a la mitad y no protege a la otra mitad.

Por otra parte, la portavoz del Gobierno indicó que la Consejería de Salud investigará “si se ha seguido el protocolo en todo momento” en las denuncias surgidas por la presunta aplicación de vacunas a personas no incluidas en los colectivos prioritarios, como sería el caso de los padres de una trabajadora en una residencia de Gijón. La consejera Melania Álvarez añadió que el protocolo establece que la vacunación debe hacerse en la propia residencia, ya que las dosis no pueden ser llevadas a otro lugar “por su inestabilidad”.

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