El recién elegido rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, y su antecesor y perdedor en el proceso electoral del viernes, Santiago García Granda, mantuvieron esta mañana su primera reunión para organizar el traspaso de poderes en la institución académica. Fue un encuentro "muy cordial, en el tono que los dos esperábamos y queremos", ha valorado el vencedor, que comparte con el rector saliente el propósito inmediato de gestionar el cambio de ciclo de modo que no se detenga ninguno de los procesos que la institución académica tiene en marcha.

Ignacio Villaverde, catedrático de Derecho Constitucional, obtuvo la victoria el pasado viernes frente a García Granda en las primeras elecciones telemáticas de la Universidad. Terminada una contienda electoral que el ganador ha calificado como "bronca" y "dura", la primera asignatura le impone la elección y designación del equipo que tutelará la nueva etapa en el rectorado. Las siguientes, según propia declaración, plantean la necesidad de acometer tres tareas básicas de orden y reconocimiento: "Lo primero va a ser firmar una instrucción del Rector que valide el uso de la firma digital en los procedimientos administrativos de la Universidad. Eso lo necesitamos para empezar a desatascar el problema de hiperburocratización", asegura. "Lo segundo será despedirme uno a uno de los miembros del equipo rectoral saliente, porque creo que las instituciones somos muy frías y muy desagradecidas con personas que, con independencia de lo bien o lo mal que lo hayan hecho, han sacrificado cuatro años de vida para servir a la Universidad. Lo tercero, un análisis de la situación económica real de la Universidad, que me preocupa, y del estado de los distintos proyectos y convocatorias que están en marcha, porque el tránsito entre los dos equipos no debe retrasar la culminación de esas tareas".