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Asturias afronta una semana clave para doblegar la curva y vencer la tercera ola

Las enfermeras Julia Fernández y Gloria Herías, ambas ya jubiladas y ahora reincorporadas para la campaña de vacunación. Luisma Murias

Hay un dato fundamental que alarma a los epidemiólogos: 9 de cada 10 casos de coronavirus confirmados estos días en el Principado son de la denominada "cepa británica". Pero también hay otro que llama al optimismo: más del 4 por ciento de la población (los más vulnerables a las trágicas consecuencias del coronavirus) ya está vacunado. La montaña rusa del covid no ha hecho más que bajar y subir toda esta semana en el Principado pero los expertos dicen que los próximos días pueden ser claves. De cómo se comporte la ya famosa curva depende cómo será la cuarta ola que ya nadie niega.

Barbón alerta de la expansión de la cepa británica por Asturias: "Nos preocupa y mucho, ya supone el 40 por ciento de casos"

Barbón alerta de la expansión de la cepa británica por Asturias: "Nos preocupa y mucho, ya supone el 40 por ciento de casos" Amor Domínguez

La cautela es tal que hasta el Presidente del Principado, Adrián Barbón, se ha atrevido ya a negar que Asturias se vaya a abrir en Semana Santa. Aún más: hay concejos como Langreo que ya avanzan hacia un nuevo cierre perimetral en lo que parece que será una segunda ola de restricciones y cierres (consulta aquí cuáles son los concejos en cuestión). Esta semana, entre el lunes y el viernes, Salud confirmó en el Principado 747 casos de coronavirus, una media de casi 150 diarios. Muy lejos de los menos de 100 al día con los que se había cerrado febrero. Esto ya hacía prever que no iba a haber una transición fácil entre la tercera y la cuarta ola como sí hubo, por ejemplo, entre la primera y la segunda: por aquel entonces se alcanzaron más de 20 días con cero casos. Hoy domingo (con datos de ayer sábado) han sido 134 casos los que se han sumado a la estadística. Sólo ver la gráfica ya se intuye que el estancamiento puede llegar a ser subida. Y hay ciertas certezas: por ejemplo la subida de casos de hoy, la primera en semanas.

El matemático Juan Luis Fernández había apuntado, en una predicción realizada en LA NUEVA ESPAÑA, que la cuarta ola (más ligera que las tres anteriores) podría llegar a mediados de marzo. Esto es, a finales de esta semana.

Lo que sí que parece que ha bajado ahora es la presión hospitalaria. Al menos de momento. No hay que olvidar que los casos registrados esta semana llegarán a los hospitales en unos 10 días.

¿Cuáles son las “habilidades” extra de la variante británica?

Básicamente, una mayor transmisibilidad. Los científicos consideran que esa modificación genética del virus puede contagiar aproximadamente un 45 por ciento más. No está claro que implique una mayor gravedad en el desarrollo de la enfermedad, pero aun así es evidente que ocasiona una mayor mortalidad e ingresos hospitalarios. A más personas contagiadas, más cantidad de pacientes con probabilidad de sufrir gravemente la enfermedad y, en el peor de los casos, fallecer.

Entonces, ¿es imposible contener la propagación de la variante británica?

Obviamente, nuestra mirada debería dirigirse a Gran Bretaña, donde la variante 20I/501Y.V1 se ha impuesto desde hace tiempo y donde el gobierno ha establecido un encierro estricto desde primeros de enero hasta finales de febrero (principios de marzo en el caso de Irlanda del Norte). Esta ola está causando una altísima mortalidad en el país, que ha aprovechado el confinamiento ciudadano para intensificar las campañas de vacunación. Parece demostrado que las vacunas que hasta ahora se aplican resultan efectivas para la variante británica, por lo que una alta inmunidad colectiva terminaría por vencer a la propagación de esta mutación.

La estrategia británica ha sido severa, pero el resto de países europeos han optado por mantener la actividad social con restricciones antes de imponer confinamientos. Esta medida ha sido descartada en numerosas ocasiones por el gobierno de España.

La estrategia "Cero-covid" gana adeptos

Epidemiólogos y expertos defienden en distintos países la denominada estrategia "Cero-covid" como la única alternativa para poner fin a una escalada de olas imparable. Se trata de sacrificar ampliamente la actividad social hasta hacer descender mucho los contagios, de modo que la posible aparición de nuevos casos resulte muy controlada, la transmisión comunitaria se haya cortado de cuajo y el número reproductivo sea el menor posible. Este es, precisamente, el objetivo que tiene en mente el Principado, como ya adelantó este periódico. Las proyecciones de los científicos muestran cómo la estrategia "Cero-covid" podría tener éxito.

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