La variante brasileña del coronavirus llegó a Asturias de manera bastante precoz, hace ahora tres semanas, pero su propagación está contenida. Según las autoridades sanitarias de la región, la cepa carioca representa actualmente entre el uno y el tres por ciento de los patógenos causantes del covid-19 que están circulando por la región, en un contexto en el que la variante británica predomina de forma soberana. ¿Esto es mucho o poco? Nadie que desempeñe cargos de responsabilidad se atreve a decir que poco, por cuanto el coronavirus ya ha dado sobradas muestras de su capacidad para dar sorpresas de un día para otro. Dicho lo cual, puede concluirse que en el momento actual la cepa carioca no es objeto de preocupación, pero sí de vigilancia.
"No esperamos que la variante brasileña modifique de forma sustancial el devenir de la pandemia, pero hay que seguirla muy de cerca a ver cómo evoluciona. Ya empiezan a detectarla también en otras comunidades autónomas”, explicó ayer uno de los mejores conocedores de la situación epidemiológica de Asturias.
Los técnicos de la Consejería de Salud dan por sentado que en la región seguirán surgiendo casos de la variante brasileña. Sin embargo, añaden, no se espera que sustituya a la británica porque la capacidad de transmisión de ambas es parecida, lo que hace improbable que recorte toda la ventaja que le saca la cepa británica, aparecida en Asturias en los días finales de 2020.
Las dos variantes del virus tienen mayor poder de propagación que la variante clásica. Esto significa que generan más infecciones, sin duda, y esta puede ser una razón de que la curva epidémica no haya bajado en Asturias tras la tercera ola a un nivel tan bajo como el alcanzado después de la segunda. Por decirlo todo, la onda epidémica en Asturias ni sube ni baja desde hace varias semanas.
¿Tiene todo esto algún significado más? “No está completamente estudiado lo que implica la cepa brasileña, ni en términos de morbimortalidad ni de protección de las vacunas”, explicó ayer a este periódico Álvaro González Franco, director del área de Medicina Interna del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Ayer mismo, la Comisión Europea recordó que desde el pasado enero recomienda limitar a “viajes esenciales” el flujo de personas provenientes de Brasil o de otras regiones afectadas por nuevas cepas de coronavirus, como la sudafricana. Asimismo, el Gobierno francés anunció la suspensión de los vuelos procedentes de Brasil para intentar evitar la expansión de la variante brasileña.
En territorio español, el consejero de Sanidad de Galicia, Julio García Comesaña, destacó que su departamento “lleva semanas pidiendo” en el seno del Consejo Interterritorial de Salud y en las respectivas ponencias, que el “protocolo” de cuarentenas “se actualice” y se adapte a las nuevas variantes del coronavirus. La Xunta defiende que los aislamientos pasen a ser de 14 días, “conscientes” de que las nuevas variantes se propongan durante más tiempo y con diferente intensidad.
Prorrogado al menos otra semana el cierre de Langreo
El concejo de Langreo continuará bajo cierre perimetral dos semanas más, si bien esta medida podrá ser revisada antes de ese plazo (pero no antes del día 20) . Así lo anunció ayer la Consejería de Salud del Principado después de que sus técnicos mantuvieran una reunión con responsables del Ayuntamiento para explicarles la prolongación de las medidas que entraron en vigor hace hoy dos semanas. Langreo y Mieres son los únicos concejos de Asturias que se hallan en estos momentos bajo las restricciones de la fase “4 Plus”. Esto supone, entre otras condiciones, el cierre perimetral (no se puede salir ni entrar sin una causa justificada), el cierre del interior de los bares (sí se permite servir en terraza) y la limitación de las reuniones a cuatro personas. En Mieres, que estará cerrado al menos hasta el día 24, se registró anteayer un ligero descenso de la incidencia y un aumento considerable de la trazabilidad (identificación del origen de los nuevos contagios). Llanes es otro de los concejos sobre los que está puesto el foco estos días, con unos indicadores cercanos al ingreso en la fase “4 Plus”. Tiene su incidencia acumulada a catorce días por encima de los umbrales del riesgo máximo, pero no así sus contagios en mayores de 65 años ni su trazabilidad.