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La fibra llega al Noroccidente y en mayo conectará a pueblos de Valdés, Navia, Coaña, Vegadeo y Castropol

Los operadores aceleran el despliegue de la red tras el parón por la pandemia para dar servicio a más de 100.000 asturianos

Fibra óptica Asturias

La extensión de la conectividad a la zona rural de Asturias inicia su particular desescalada. El despliegue de la fibra empieza por el Noroccidente de Asturias, con su entrada en servicio en tan solo unas semanas en localidades de los concejos de Valdés, Navia, Coaña, Tapia, Vegadeo y Castropol. La pandemia obligó a paralizar los trabajos de extensión de la red durante seis meses, pero los distintos operadores pisan el acelerador para cumplir los plazos.

“El operador ya tiene listos los puntos serviciales, es decir el despliegue ya está realizado y solo está pendiente el barrido comercial, que consiste en dar las altas y conectar las cajas instaladas. Pero a lo largo del mes de mayo, y en algún punto incluso antes, entrarán servicio”, asegura Iván Aitor Lucas del Amo, el director general de Innovación, Investigación y Transformación Digital, que se muestra optimista sobre el cumplimiento de los planes de extensión de las comunicaciones en la zona rural. “Las previsiones son buenas, y eso que los cierres perimetrales no ayudaron porque las subcontratas tienen que entrar y salir. Pero ahora van a buen ritmo, tienen que recuperar plazo. Para finales de este año o, como mucho, principios de 2022, esperamos llegar a dar cobertura al 97 por ciento de la población”, afirma Lucas del Amo sobre la marcha de los Planes de Extensión de la Banda Ancha de Asturias (PEBA), que tienen como misión llevar la conectividad a las llamadas “zonas blancas”, aquellas con una cobertura por debajo de las 30 megas; es decir las que actualmente tienen una señal débil, con velocidad de descarga de datos muy limitada o carecen de ella. 

El primer PEBA, de 2018, “prácticamente concluido”, precisa Lucas del Amo, dio acceso a 26.161 viviendas o empresas de zonas rurales y los de 2019 y 2020 que están ahora en ejecución deberán dar cobertura de fibra a más de 81.000: en total cerca de 108.000, que requieren una inversión de 29,4 millones de euros, según las estimaciones de la consejería de Ciencia. Cada uno de estos planes subvencionados se aprobó a finales de año para empezar a ejecutar al siguiente, pero la pandemia paralizó durante más de seis meses las obras que debían realizar las operadoras, de ahí que ahora estos tres planes estén en distintas fases de despliegue. Además de la extensión de la fibra óptica por zonas hasta ahora “blancas” del ala occidental, incluido Tineo, algunas zonas rurales de Oviedo y Gijón también superarán la falta de conectividad que sufrían hasta ahora.

El director general de Transformación Digital destaca que, además de estas actuaciones que cuentan con ayudas públicas, 12,5 millones en el PEBA de 2020, de los que algo más de 9 se financian con fondos Feder, los operadores privados también están ampliando sus redes de fibra en otros municipios, como es el caso de Llanes o San Tirso de Abres. “Los operadores guardan sus planes por estrategia comercial y muchas veces ni nos enteramos hasta que nos avisa un alcalde o un vecino. Son muy celosos en guardar esa información. Sus redes crecen como un árbol, donde ya tienen huella de fibra les resulta más sencillo seguir adelante”, explica Aitor Lucas del Amo.

La tecnología 5G abre la puerta a que las compañías compartan medios y mejore la calidad de la señal

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Y donde no llega la iniciativa privada, es terreno para la red Asturcón, que gestiona la sociedad pública autonómica GITPA, aunque Lucas del Amo advierte que su margen de actuación cada vez es ya más limitado: “La normativa nos impide llegar donde ya están los operadores comerciales, ahí el operador neutro, en este caso el GITPA con la red Asturcón, no puede actuar porque altera el mercado ya que hay que recordar que la sociedad pública no da fibra al cliente finalista, a la gente, sino que lo que hace es poner la red para que el servicio lo dé otro operador”, explica el director general de Transformación Digital. “Al GITPA le quedan muy pocos sitios a los que ir, alguno hay, pero muy pocos donde no pisar y colisionar con los operadores comerciales”.

La difícil conectividad de uno de los territorios “más rugosos” de Europa. La extensión de la banda ancha y de la conectividad por Asturias va mucho más allá del despliegue de la fibra óptica. Hay otras tecnologías en liza como el ADSL, la coaxial, el 3G, el 4G y ya en el futuro más inmediato la 5G, en la que el Principado tiene puestas importantes expectativas para desarrollar el llamado “roaming rural”, una iniciativa para la que no tiene competencias pero que ya ha solicitado formalmente a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones. 

 ¿Y qué es el roaming rural?

Pues este sistema se basa en buscar automáticamente de compañía en función de la cobertura que ofrezca en cada zona, como ocurre ya cuando se sale al extranjero. Pero su implantación dependería de un acuerdo entre los distintos operadores. “El problema con el que nos encontramos muchas veces cuando la gente dice que no tiene cobertura en su pueblo o en su casa en realidad es que no le llega con la suficiente calidad la señal de su operador. Por ejemplo, dos vecinos de un mismo pueblo pueden tener mejor o peor cobertura en función de la compañía que tengan”, argumenta Ivan Aitor Lucas del Amo. 

El director general de Innovación, Investigación y Transformación Digital considera que la llegada del 5G abre un nuevo horizonte para que las compañías compartan medios, facilitando así mejor calidad de señal a los vecinos. “La capilaridad de antenas que va a requerir esta nueva tecnología es brutal. No se puede triplicar el número de antenas de 5G por cada operador, no podemos sembrar Asturias de ellas. Lo ideal sería que llegasen a acuerdos para compartir medios, por ejemplo, una señal neutra desde el principio en la extensión del 5G; sobre todo teniendo en cuenta nuestra dispersión y orografía. Asturias es una de las zonas más rugosas de Europa, el 60 por ciento de su territorio tiene más de un 30 por ciento de inclinación”, esgrime Lucas del Amo, quien afirmó que el Principado lidera esta reivindicación en el ámbito de las comunidades autónomas ante la secretaría de Estado de Telecomunicaciones. 

Una de las iniciativas que tiene en marcha la dirección general de Transformación Digital es la elaboración de un mapa real sobre la calidad de la señal de las distintas compañías de telefonía, para el que contará con la Universidad de Oviedo. Se trata de un “Drive test”, un proyecto para conocer la cobertura real de la telefonía móvil, que examina la calidad y la velocidad de señan de todos los operadores en Asturias a través de más de medio millar de carreteras nacionales y autonómicas para cubrir 6.364 kilómetros. El GITPA ultima ahora los pliegos. El chequeo será similar al que realiza Google para mapear el territorio, pero en este caso el objetivo es medir la cobertura telefónica móvil: un vehículo recorrerá la red de carreteras de Asturias con dispositivos de todos los operadores de telefonía con red propia y todas las tecnologías existentes, 2G, 3G, 4G y 5G y al paso por cada núcleo de población registrará la velocidad de subida y bajada de datos, además de la calidad de la señal, explican desde la consejería de Ciencia. “Con este mapa tendremos una foto exacta de la cobertura real en toda Asturias porque el llamado Punto Único de Información, que tiene el Ministerio, es teórico, con los datos que aportan las compañías”, comenta Iván Aitor Lucas del Amo.

El "nómada digital", clave de la Asturias rural para fijar población

La conectividad de la zona rural o poner fin a la brecha digital fue una de las demandas más repetidas por los alcaldes en la primera cumbre que mantuvieron con el presidente del Principado, Adrián Barbón, en Oviedo, al inicio de esta legislatura. La paulatina llegada de los llamados “nómadas digitales” a concejos de la región, un proceso acelerado por la pandemia, ha concienciado a las administraciones públicas de que contar con buenas conexiones telefónicas resulta esencial para fijar población. 

“La conectividad vertebra la sociedad y facilita la llegada de trabajadores digitales a lugares donde la calidad de vida es mucho mayor. Los alcaldes de concejos del Occidente como Salas, Valdés, Tineo, San Tirso de Abres están empezando a recibir gente joven, incluso de otras comunidades autónomas, y a recuperar población perdida. Algunos ayuntamientos ya ven resultados y el retorno de invertir, por ejemplo, en lo que se llama “la última milla”, que consiste en facilitar enlaces por radio o satélite entre las antenas existentes y los puntos o casas aisladas a donde no llega la red”. “Fijar población, la llegada de gente nueva y de nuevos modelos de negocio se empieza a reflejar en los movimientos del padrón, los ayuntamientos lo notan; la pandemia, además, ha acelerado un proceso que ya se estaba dando”, asegura Iván Aitor Lucas del Amo.

Instalación de fibra, ayer, en Paraíso. Irma Collín

La primera fibra del Antiguo ovetense

Los vecinos del Antiguo llevan años reclamando a Telefónica que despliegue la fibra por el casco viejo. Sin movimientos en ese empeño, otra compañía, Orange, acaba de aterrizar en el corazón del Oviedo redondo y desde hace tres semanas está desplegando su propia fibra a través de las fachadas y ofreciéndoselas a las comunidades de vecinos. La oferta incluye, eso sí, un contrato de exclusividad para trabajar solo con ellos. La compañía, según explican los vecinos, comenzó el despliegue de su fibra desde un nodo próximo a la calle Regla y subiendo hacia Ecce Homo. Durante todas estas semanas se ha visto a los operarios instalando esta nueva red siguiendo la sucesión de edificios del casco viejo.

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