Una vez que Asturias alcanzó, anteayer jueves, el hito de tener completamente vacunada frente al coronavirus a un 70 por ciento de la población global, y de ser la primera comunidad autónoma española que lo consigue, el desafío siguiente consiste en llegar a la ansiada inmunidad colectiva. El objetivo se dirige ahora a los niños menores de 12 años, grupo de población para el que aún no está autorizada ninguna vacuna en la Unión Europea. En Asturias, esa franja de población está integrada por unas 85.000 personas que, según las actuales previsiones, no recibirán sus pinchazos hasta finales de este año o principios de 2022.
Argumentos en favor de la vacuna.
El pediatra asturiano Francisco Álvarez insta a todos los padres de adolescentes a que vacunen a sus hijos y lo argumenta. En primer lugar porque las vacunas “son seguras y eficaces”. Después porque, a pesar de que en la mayoría de los casos de jóvenes contagiados por coronavirus la enfermedad es “leve”, también “ha habido 26 muertes de menores de 19 años, ingresos hospitalarios e ingresos en UCI por síndrome inflamatorio multisistémico, así que ¿por qué correr el riesgo?”.
Asegurar la vuelta a la escuela.
Otro dato que esgrime el pediatra del centro de salud de Lugo de Llanera y secretario del comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP): la vacunación de los niños frente al covid-19 constituye una herramienta para poder volver al colegio de forma segura, “realizando actividades extraescolares”. Y, por último, por una cuestión social, para poder alcanzar la inmunidad de grupo que, con la variante delta del covid, “se alcanzará en el 90 por ciento”.
Inmunidad colectiva.
Es una cuestión numérica: “Los niños y adolescentes superan el 14 por ciento de la población y, por lo tanto, para que el virus deje de circular y se pueda alcanzar la inmunidad de rebaño es necesario que se vacunen”.
Vacunación “ilegal”.
Francisco Álvarez resalta una situación que se está dando en Asturias, y en otras partes de España, con la vacunación de los adolescentes. La Consejería de Salud ha llamado a vacunarse a todos los nacidos en 2009 y “puede darse el caso de que se vacunen personas que aún no han cumplido los 12 años y en vacunología tienes que cumplir la edad mínima”, indica el pediatra. Y añade: “Que quieren hacerlo así para que todos entren al colegio vacunados es comprensible; pero yo, si me preguntan, tendría que decir que esa dosis no es válida porque tengo que atenerme a lo que dice la pauta de vacunación. Salud tiene potestad para hacerlo, pero sería bueno aclararlo y explicarlo para que no haya conflicto entre los profesionales y Salud”.
Ensayos.
En cuanto a la vacunación de los niños, Francisco Álvarez considera que aún va a haber que esperar un poco porque tienen que concluir los ensayos clínicos: “¿Qué dosis le vamos a poner a los niños?”, se pregunta. El pediatra asturiano estima que será “a finales de este año o principios del próximo cuando se sepa cómo hay que proceder con los niños”. Y podría pasar, según la evolución que siga la pandemia, que no sea necesario: “Depende de la evolución de la pandemia, eso sería predecir el futuro, pero cuando llegue el momento será Sanidad la que tendrá que decidir”.
Sanitarios y padres.
Entre tanto, Marta Nonide, madre y médica del SAMU de Asturias, entiende las dudas que pueden abrigar los padres de adolescentes ante la vacunación de sus hijos. Por si les sirve de algo, cuenta que ella sí que va a vacunar a los suyos. “En mi opinión. la vacuna es más segura que coger el virus, es lo que pensamos la comunidad sanitaria mayoritariamente y sé que mis compañeros, la gente de mi entorno, también va a vacunar a sus hijos y, además, es lo más correcto para evitar que el virus siga circulando”. Lo que no haría de ninguna manera la doctora Nonide es obligar a que se les vacune. Y, advierte de que, más allá de la vacuna, lo más importante para tener controlada la pandemia es “mantener las medidas de seguridad: la mascarilla, la distancia social y el lavado de manos”,
La incidencia más baja de España.
La Consejería de Salud notificó ayer 129 nuevos casos de coronavirus detectados el jueves. En esa jornada se llevaron a cabo 2.074 pruebas de detección del covid-19 y la tasa de positividad se situó en el 8,63 por ciento. La tasa de incidencia de Asturias se situó ayer en 262 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días. Una cifra muy inferior a la media nacional, del 462 por 100.000, y muy por debajo también de la menor tasa registrada en cualquier otra comunidad autónoma: la segunda mejor situada es la Comunidad Valenciana, con 387 casos por 100.000 habitantes.
Desciende la ocupación hospitalaria.
En los hospitales asturianos, el jueves se contabilizaron 11 ingresos en planta, 6 en cuidados intensivos (UCI) y 15 altas. Actualmente hay 84 pacientes hospitalizados en planta con confirmación o sospecha de covid y otros 31 en UCI, lo que implica un descenso significativo en ambos parámetros.
Baja la mortalidad.
Anteayer no se registró ningún deceso por covid en Asturias. Por vez primera vez en varias semanas, se observa una caída de la mortalidad por coronavirus. La cifra establecida ayer es de 21 defunciones en los últimos catorce días. Habrá que ver si el descenso se consolida o los fallecimientos vuelven a subir.
Puente festivo de riesgo.
A nivel nacional, España afronta la segunda quincena de agosto con riesgo extremo por contagio de covid, a pesar de que empieza a remitir la quinta ola, por lo que la mayoría de las comunidades mantienen las restricciones en un fin de semana que coincide con fiestas patronales y el inicio de la liga de fútbol con público en los estadios.
Restricciones.
El toque de queda en casi 400 municipios de seis comunidades, el cierre perimetral en siete localidades extremeñas y las limitaciones de reunión siguen vigentes, aunque en ninguna se exige el certificado covid para acceder al interior de los locales, una vez que la justicia tumbara el único caso vigente hasta el jueves, Galicia.
Ocio nocturno.
En cuanto al ocio nocturno, algunas autonomías, entre ellas Asturias, Cataluña o Castilla y León, mantienen cerrados el interior de estos establecimientos, en los que está generalizada la limitación de aforo. Como novedad, en la isla de Formentera se ha puesto a disposición de los propietarios de viviendas turísticas una cláusula en sus contratos para poder echar a los inquilinos que celebren fiestas ilegales, incumpliendo así la normativa covid-19.
