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El Principado intensifica el control sobre las sucesiones y donaciones de empresas

La inspección tributaria pone la lupa en los inmuebles que se declaran vinculados a la actividad mercantil para beneficiarse de las reducciones

El Principado intensifica el control sobre las sucesiones y donaciones de empresas Europa Press

Los servicios de inspección tributaria de la Administración asturiana están intensificando la investigación de irregularidades en las sucesiones y donaciones de empresas familiares. En concreto la lupa se está poniendo en activos que se declaran como vinculados a la actividad empresarial y que, en algunos casos, no tienen nada que ver con ella. Son principalmente inmuebles que se hacen pasar como afectos a la empresa para regatear impuestos.

Según los informes que elabora el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas de España, Asturias es una de las regiones en las que más se paga de impuesto de sucesiones y donaciones pese a las reformas que se llevaron a cabo en los últimos años para elevar el mínimo exento del tributo desde los 150.000 hasta los 300.000 euros en el caso de los herederos directos. Además, en la última reforma del impuesto, la de 1997, se aprobaron nuevas reducciones de la base imponible del tributo en el caso de la transmisión de empresas familiares y se eliminaron requisitos de acceso a esas ventajas fiscales como los límites que había de facturación. Esas reducciones llegan al 99% de la base imponible del impuesto para contribuir al mantenimiento de las empresas y reducir la tasa de mortalidad cuando desaparece el titular. Pero al mismo tiempo, esas golosas reducciones fiscales abren la puerta a intentos de fraude para regatear el tributo si se hacen pasar como bienes afectos a la actividad empresarial algunos que no lo son y que deberían tener un tratamiento fiscal distinto.

Las informaciones que periódicamente transmite el Ente Público de Servicios Tributarios del Principado de Asturias (agencia autonómica encargada de la gestión y recaudación de tributos) al Ministerio de Hacienda indican que el seguimiento del impuesto de sucesiones y donaciones es el cometido principal de los trabajos de inspección. El pasado año, el personal adscrito a esas tareas instruyó un total de 210 actas de inspección, de las que más del 85% (un total 179) correspondieron a asuntos relacionados con la tributación de las herencias y las donaciones. Muy por debajo quedaron las actas vinculadas al impuesto sobre el patrimonio (26 actas), al de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (5) y al del juego (ninguna), tributos de ámbito estatal en cuya gestión e inspección tiene competencias el Principado.

A nivel económico, el protagonismo del impuesto de sucesiones y donaciones es mucho mayor. El importe reclamado a los contribuyentes fruto de las actas de inspección instruidas el pasado año en Asturias fue de 14,52 millones de euros y el vinculado al tributo sobre sucesiones y donaciones ascendió a 14,23 millones de euros, lo que representa el 98% del total. El importe reclamado en sucesiones y donaciones casi se duplicó con respecto al año anterior (7,92 millones de euros) debido, especialmente, a tres cuantiosas donaciones, según señala la información remitida por el Ente Público de Servicios Tributarios del Principado de Asturias al Ministerio de Hacienda. En esa misma comunicación oficial se indica que, en cuanto al tributo sobre sucesiones y donaciones, “si bien se mantiene el nivel de actividad del ejercicio anterior, la relevancia de las medidas desfiscalizadoras adoptadas limita las posibilidades inspectoras”. No obstante, añade que “se está actuando revisando los activos afectos a la actividad empresarial no sujetos a reducción”.

En el caso de las empresas familiares, tanto en sucesiones como en donaciones hay en Asturias reducciones de la base imponible de hasta en 99%. No obstante, una sentencia del Supremo de 2015 dejó claro que las rebajas no deben aplicarse sobre la totalidad del importe de las participaciones heredadas o recibidas en donación, sino solo a los activos que estén estructuralmente afectos a la actividad empresarial. El fallo, que unificó doctrina ante la existencia de pronunciamientos contradictorios, deja fuera de la reducción activos no vinculados directamente como pueden ser inmuebles y fondos de inversión y sobre ellos han puesto la lupa los servicios de inspección tributaria del Principado.

Para seleccionar a los contribuyentes a los que se inspecciona se utiliza ZUJAR, la herramienta de “big data” de la Agencia Tributaria que permite cruzar información de diferentes fuentes. Esa misma herramienta informática se utiliza también en el caso de impuesto de sucesiones y donaciones para el control de posibles deslocalizaciones de contribuyentes para sortear el tributo.

El economista Ángel de la Fuente, director ejecutivo de FEDEA. | Mara Villamuza

De la Fuente defiende un “tope mínimo” en herencias


El economista asturiano Ángel de la Fuente, director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), defendió en un acto sobre fiscalidad autonómica y local organizado por el Consejo General de Economistas de España una “armonización de las bases tributarias para que estas se calculen de la misma forma en todas partes, dejando la elección de tipos en manos de las comunidades autónomas”. Además, De la Fuente señaló que “quizás podría pensarse en un tope mínimo en sucesiones, aunque sería preferible que, antes, se perfeccionase el cálculo de la recaudación normativa para que las rebajas tengan un coste más claro vía aportación al Fondo de Garantía”.

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