Radiografía de la nueva Agencia asturiana de Ciencia: 40 millones de inicio y más de 50 trabajadores

La entidad que nace sobre el Idepa y aglutinará toda la I+D+i podrá contratar a investigadores excelentes | Borja Sánchez será su presidente

Agencia asturiana de Ciencia

Agencia asturiana de Ciencia

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

La futura Agencia asturiana de Ciencia echará a andar con “unos 40 millones de euros”, tendrá una plantilla de más de 50 trabajadores, estará presidida por el consejero Borja Sánchez y podrá contratar de forma directa a investigadores excelentes. LA NUEVA ESPAÑA ha tenido acceso al anteproyecto de ley de la nueva entidad, que absorberá al Idepa y estará adscrita a la Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad. En realidad, el Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias, hasta ahora dependiente de la cartera de Industria, no desaparecerá, sino que básicamente cambiará de nombre y crecerá, tanto en funciones como en personal. La Agencia nace con el objetivo de reordenar, aglutinar y catapultar el sistema regional de I+D+i, ya que en la actualidad se encuentra desperdigado por varias consejerías.

El titular de Ciencia, Borja Sánchez, anunció este lunes que, tras estudiar varios modelos, el Principado ha llegado a la conclusión de que el mejor consiste en transformar el actual Idepa en la nueva Agencia de Ciencia, Competitividad Empresarial e Innovación Asturiana (Accia). Por tres motivos principales: evita duplicidades, permite aprovechar los recursos públicos ya disponibles y facilita que la entidad entre en funcionamiento desde el minuto uno –una vez se apruebe este año el anteproyecto de ley–. De hecho, la Agencia ocupará la actual sede del Idepa, en el Parque Tecnológico de Asturias, en Llanera –aunque “podrá tener centros o unidades adscritas en el resto del territorio de la región”–, y asumirá a todos sus trabajadores. Así se contempla de forma expresa en el propio documento, cuya publicación en el Bopa se producirá esta semana.

No obstante, la futura Agencia será un Idepa mucho más grande, que requerirá de la contratación de nuevo personal, ya que a las funciones propias del Instituto se sumarán algunas más. Principalmente, las relacionadas con la generación y transferencia de conocimiento, gestionando directamente esta institución todas las convocatorias de ayudas que tiene que ver con la I+D+i. La idea del Gobierno –y una de las metas personales del Consejero de Ciencia– es “diseñar un calendario y dar estabilidad a medio y largo plazo a las políticas de I+D+i”.

El nuevo organismo también se hará cargo de la captación y gestión de talento, como el programa recién lanzado “Margarita Salas”, buscando con ello una mayor agilidad en las convocatorias, que hasta ahora gestionaba la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (Ficyt). La Agencia asumirá otros programas de ayudas como los de vocaciones científicas, estabilización de jóvenes doctores, formación postdoctoral, contratación por parte de las empresas de personal cualificado, open labs (laboratorios mixtos de investigación y empresa)...

En este sentido, el anteproyecto de ley contempla la posibilidad de que la Agencia de Ciencia funcione como una especie de Icrea, el exitoso modelo catalán de captación de talento, que contrata a sus propios científicos de élite. En concreto, el documento señala que la Agencia podrá hacer “contrataciones bajo la modalidad de personal investigador distinguido”, que derive de “programas específicos de atracción y retención de talento que tomen como criterios base para la selección la excelencia y el liderazgo científico”. “La relación laboral del personal investigador –amplía– será exclusivamente con la Agencia, que se hará cargo de sus retribuciones, pactadas en el contrato de trabajo, y de las cotizaciones sociales, de las compensaciones y complementos retributivos”. Esta fórmula podría ser la elegida por la Consejería de Ciencia para retener el talento captado y ofrecer contratos de cinco años como hace el Consejo Europeo (ERC), en lugar de tres como actualmente contempla el plan “Margarita Salas”.

¿Cuáles serán sus funciones?

El anteproyecto las divide en tres grandes ejes. El primero, fomento, transformación, diversificación e internacionalización de la economía. El segundo, generación y transferencia del conocimiento. Y el tercero, fomento de la cultura emprendedora, el emprendimiento y la innovación. En líneas generales, del primer y tercer gran bloque ya se ocupaba el Idepa. Algunas funciones concretas son: fomento, transformación, diversificación e internacionalización de la economía; financiar proyectos empresariales; promover infraestructuras industriales, equipamientos y servicios colectivos para las empresas regionales; potenciar la imagen del Principado como polo avanzado de I+D+i; contribuir a la relación y coordinación entre la Administración y los departamentos de investigación y secciones de desarrollo empresarial; captar y gestionar talento; promover la transferencia de conocimiento y gestionar las evaluaciones externas; mejorar la competitividad empresarial e incrementar la productividad de las empresas; y proporcionar información y asesoramiento sobre ayudas a la inversión.

Fuentes de la Consejería de Ciencia aclaran que, aunque la Agencia asumirá ayudas como las del emprendimiento, no se produce ningún cambio de competencias, ya que estas “son de las consejerías y no de las instituciones”. Por otro lado, según reza en el anteproyecto de ley, la Agencia podrá participar en la construcción de “nuevas infraestructuras de investigación, tecnología, innovación o digitalización”; crear sociedades mercantiles u otras entidades para cumplir con sus fines; adscribir “todas aquellas otras entidades públicas, centros, institutos, unidades o servicios, pertenecientes a la Administración, cuya finalidad sea la I+D+i”; y participar en programas de la Unión Europea.

¿Cómo funcionará?

A través de una presidencia, una vicepresidencia, un consejo rector y una dirección ejecutiva. El presidente será “la persona titular de la consejería con competencia en materia de investigación, desarrollo tecnológico e innovación”. En este caso, Borja Sánchez. En la actualidad, el presidente del Idepa es el titular de Industria, Enrique Fernández. Es decir, que hay un cambio de papeles. La vicepresidencia, por su parte, “será nombrada por el consejo rector, entre algunos de los miembros pertenecientes a la Administración del Principado”. Los componentes del consejo rector (no retributivos) serán representantes de las consejerías (uno por cada una de ellas) de Hacienda, Industria, Sanidad, Medio Rural y Ciencia. También formarán parte de este consejo la directora general de Universidad, Cristina González, y dos representantes sindicales y otros dos de la Fade. El consejo rector se reunirá “tantas veces como sea necesario y, al menos, una vez cada dos meses”. Habrá asimismo una dirección ejecutiva, que será el máximo órgano de gestión y será nombrada por el Consejero de Ciencia. Este directivo elaborará un plan de acción anual y el informe general de actividad. Por último, la Agencia tendrá un órgano consultivo, de asesoramiento y participación de la comunidad científica y tecnológica así como de agentes económicos y sociales: el Consejo Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación.

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El anteproyecto de la Agencia Asturiana de Ciencia ha sido recibido “con sorpresa” entre los representantes sindicales de la administración autonómica que, en cambio, no aprecian “grandes novedades” en su contenido, más allá de que las competencias que antes estaban en manos de la consejería de Industria, como en el caso del Idepa, o de Medio Rural, como el Serida, pasen ahora a unificarse bajo la tutela del departamento de Ciencia, que dirige Borja Sánchez. 

Aunque los planes para crear la Agencia de Ciencia no son nuevos, de hecho este compromiso ya figuraba en el programa con el que la Federación Socialista Asturiana logró la victoria en las elecciones autonómicas y el consejero Borja Sánchez ya se había reunido con representantes sindicales del Instituto de Desarrollo Económico del Principado (Idepa) en abril pasado para avanzarles sus planes, el anuncio del anteproyecto cogió por sorpresa a la plantilla. Todavía el pasado mes de diciembre Eva Pando, la directora del Idepa, mantuvo un encuentro con trabajadores del instituto en el que no se abordó en ningún momento su trasvase inmediato a la Agencia de Ciencia ni el traspaso de la consejería de Industria a la de Ciencia. “Nada hacía prever este nuevo escenario. Nos hemos enterado por la nota de prensa”, aseguraba ayer a este diario un delegado sindical.

El contenido del anteproyecto comenzó ayer a circular y a ser objeto de análisis entre los sindicatos con presencia en la función pública asturiana. Marcos Rodríguez, responsable de administración general del Principado de Comisiones Obreras, considera, tras una primera lectura, que no contiene “grandes novedades, más allá de la fórmula a la que se recurre para la contratación de personal investigador, que no tiene nada que ver con las figuras existentes en la administración, ya sea la de funcionarios o la de laborales, o de la contratación de personal de alta dirección, que también aparece en este anteproyecto”.

Marco Rodríguez no ocultó “los recelos” y “reparos” que generan estas formas de contratación: “No nos ofrecen garantías de objetividad. No nos gustan mucho. Es llamativo que el personal de alta dirección pueda ser contratado a dedo y también creemos que se debía haber aprovechado para favorecer la actividad investigadora de personal que ya trabaja en el Principado como, por ejemplo, puede ser el caso de veterinarios”, argumentó el representante de Comisiones Obreras. Delegados de distintos sindicatos no esperan que el trasvase del Idepa a la Agencia de Ciencia vaya a afectar a la plantilla ya existente. El Idepa cuenta con 53 trabajadores, de los que 39 son personal laboral y 14 funcionarios. De hecho, el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, aseguró a una delegación del sindicato CSIF, en una reunión mantenida en abril pasado, que quería “contar con la plantilla” dentro de los planes para potenciar la política de innovación en Asturias. Esta reunión había tenido lugar, como reveló LA NUEVA ESPAÑA, ante la intranquillidad existente entonces en personal del Idepa, que entendía que algunos fines de la nueva agencia podían colisionar con su labor. Los cambios que tienen como epicentro el Idepa también avivaron entonces las supuestas diferencias entre los consejeros de Industria y de Ciencia en un pulso que, a la vista del contenido del anteproyecto de la nueva agencia, ha tenido un resultado claro a favor de Borja Sánchez, quien desde su llegada a la política, en 2019, ha reclamado un mayor protagonismo para la apuesta por la investigación.  

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