La expansiva variante ómicron del coronavirus obligó a uno de cada diez trabajadores asturianos (unos 35.000) a tener que quedarse de baja laboral durante las últimas semanas. Más o menos desde comienzos de diciembre hasta ahora. Unas cifras que dan cuenta de que más que una ola, la nueva variante del virus está siendo una fuerte marejada más para la economía que para el sistema sanitario. El número lo dio ayer el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, tras mantener una reunión con el presidente del Gobierno, Adrián Barbón. No obstante, Escrivá también matizó que la presión está comenzando ya a aflojar. “Los datos de los últimos días ponen de manifiesto de una forma bastante evidente que ya se han alcanzado los máximos”, señaló.
Sus predicciones son, además, bastante halagüeñas. Escrivá entiende que una vez superado el pico de esta sexta oleada del coronavirus se va a producir una “recuperación muy rápida” de la actividad. Con lo que da a entender que en los próximos días cabe esperar una fuerte caída de los contagios, tanto en Asturias como a nivel nacional, una recuperación de la actividad económica, y una flexibilización de las medidas que los gobiernos autonómicos habían ido adoptando durante estas semanas como cortafuegos para parar la explosiva expansión de ómicron.
Escrivá también puso el acento en que durante estas últimas semanas se ha tratado de agilizar al máximo posible la gestión de estas altas y bajas laborales para evitar un colapso de los sistemas informáticos que, de golpe y porrazo, se tuvieron que enfrentar a un aluvión de trabajadores contagiados con el virus. En el caso concreto de Asturias, Escrivá señala que –aproximadamente– hubo un 10% de afiliados a la Seguridad Social que tuvieron que obtener la baja por resultar contagiados o por ser contacto estrecho. El propio Sistema de Salud del Principado puso en marcha un nuevo sistema para mejorar la tramitación de las bajas y altas laborales. Los empresarios asturianos habían denunciando que este aluvión de bajas estaba afectando a su productividad.
Efecto “pasaporte covid”
Las restricciones, que afectaban sobre todo a la hostelería, se levantarán parcialmente en Asturias el próximo viernes. Adrián Barbón, presidente del Principado, explicó que “se entiende que con los datos que se están observando la curva se está doblegando” y recordó que “en Asturias, cualquier modificación siempre se hace de la misma manera, escuchando a los expertos”. Asimismo, recalcó el efecto que tuvo la obligatoriedad del pasaporte covid para ir a los bares, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA: “Ha motivado la vacunación de 5.000 asturianos que ahora tienen menos riesgo de morir por covid, me parece un éxito”.
