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El Principado diseña una “hoja de ruta” que guíe el crecimiento del sector agroalimentario

El consejero Calvo anuncia que en pocos días se fijarán los índices de costes en la cadena de producción para evitar la venta a pérdidas

Pabellón de Asturias en el Salón Gourmets. FERNANDO VILLAR

Mírese por donde se mire, el sector primario en general no atraviesa su mejor momento y el asturiano no se escapa a la brutal crisis de costes de producción que tiene desde hace meses con el agua al cuello a ganaderos y agricultores. “Reconocemos que la situación es complicada y trabajamos todos, en las distintas administraciones, en el ámbito de nuestras competencias, para buscar soluciones. Son unos tiempos marcados por situaciones coyunturales que generan inestabilidad”, admite Alejandro Calvo, Consejero de Desarrollo Rural del Principado, quien habla como la guerra de Ucrania como un elemento desestabilizador de un sector que ya arrastraba “problemas estructurales”.

Una de las “niñas bonitas” del campo asturiano es la industria transformadora, grandes y pequeños productores que han situado al sector agroalimentario como generador del 20% del PIB regional. El Principado quiere por tanto cuidar especialmente esta actividad. Y en lograr que crezca, y de forma estable y ordenada, tendrá mucho que decir la llamada nueva Estrategia para el Sector Agroalimentario, una “hoja de ruta de un sector muy importante”.

Alejandro Calvo, saludando al ministro Luis Planas, este lunes, en el Salón Gourmets de Madrid. Alejandro Calvo, saludando al ministro Luis Planas.

El objetivo de la Consejería de Desarrollo Rural es que la industria agroalimentaria asturiana pase en una década hasta suponer el 25% del PIB. “Tenemos un patrimonio que debemos aprovechar, potenciando la diferencia y poniéndola en valor, a través de trabajar para crear”, dice Calvo. En esa “hoja de ruta” tendrán mucho que ver los sellos de calidad como IGP (Identificación Geográfica Protegida) y DOP (Denominación de Origen Protegida), además de la marca Alimentos del Paraíso bajo la que se comercializan y promocionan numerosos productos regionales.

Son muchos los retos que tiene por delante el agro asturiano, pero el consejero –en la línea de lo manifestado en LA NUEVA ESPAÑA por las organizaciones agrarias– lo resume en profesionalización, rentabilidad y prohibición de venta a pérdidas. “Ese es el objetivo”, recalca.

El fin de la venta a pérdidas llegará con la aplicación de la ley de cadena alimentaria que, pese a haber sido aprobada en diciembre, no acaba de ser realidad. Es algo tan sencillo como que un ganadero de leche obtenga un margen de beneficio en cada litro que vende. El problema es que, denuncia el sector, no solo no obtiene un céntimo de margen sino que de un tiempo para acá le cuesta incluso dinero producir la leche. Lo mismo denuncian los de carne.

“Una línea de trabajo fundamental para de impedir de manera efectiva la venta a pérdidas y garantizar la rentabilidad de las explotaciones es la ley de cadena, herramienta imprescindible para que los incrementos de costes de las materias primas repercutan de manera justa y equitativa en todos los eslabones”. ¿Qué hacer para aplicarla? Alejandro Calvo y su equipo se apoyan en las denominadas “mesas sectoriales de la carne y de la leche” que implican a los distintos agentes y anuncia que en los próximos días estarán listos los índices de costes que se fijarán en la cadena de producción.

No obvia el consejero que todo este proceso de sacar al campo de la profunda crisis y afrontar los retos futuros el apoyo del Gobierno de España es fundamental con las últimas medidas aprobadas en el proyecto ley, además de facilidades en acceso a los créditos y otras medidas económicas. Se movilizarán 430 millones de ayudas directas, 169 para el sector lácteo y 110 para el vacuno, según los cálculos de Calvo, que añade aparte la PAC.

Y concluye: “Tengo plena confianza en el futuro del mundo rural asturiano. Tenemos pilares firmes: productos de calidad, muy apreciados en el mercado, y unos hombres y mujeres que han sabido mantener, y continúan haciéndolo, nuestra actividad económica en unas condiciones globales complejas. Lo esencia, trabajar unidos”.

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