La coordinadora autonómica de Podemos Asturias, Sofía Castañón, presidió este sábado en Gijón una reunión del Consejo Ciudadano de la formación morada que se prometía tensa al final de una semana de expulsiones y acusaciones cruzadas entre facciones, pero que ha terminado siendo un cónclave disminuido, reducido a la mitad por la ausencia de los miembros de la candidatura del anterior secretario general, Daniel Ripa. Escenificando la fractura interna del partido, los componentes del sector crítico con la actual dirección anunciaron que no asistirían “en protesta por la injustificada expulsión” del ex diputado autonómico Andrés Fernández Vilanova, de Mayi Colubi y Francisco Suárez. Desde este sector de la militancia de la formación morada en Asturias se ha hecho público esta mañana un comunicado en el que denuncian la resistencia de la dirección que encabeza Sofía Castañón a reunirse con ellos para tratar de reconducir la fractura abierta por sus discrepancias. Fuentes de la cúpula autonómica de la formación precisan, frente al uso del término "expulsión" en el comunicado de los críticos que lo que hay son "suspensiones temporales de afiliación". A la petición de diálogo replican que "el espacio para hablar de cualquier cosa que se desee, con luz y taquígrafos y siguiendo los cauces democráticos de nuestra organización, no es otro que el propio Consejo Ciudadano".

“Les pedimos que escuchen a la militancia”, escriben. “Son cientos los mensajes de apoyo recibidos en sólo 24 horas por las compañeras afectadas. Hasta personas que apoyaron a la actual directiva están pidiendo rectificación. No pueden darle la espalda a una petición que ya es un grito: hay que sentarse a hablar y arreglar las cosas. Esta decisión de la dirección autonómica de denunciar para sancionar, es un error que puede hacer un daño irreparable a Podemos y al futuro de Asturias. Las diferencias en las organizaciones no pueden abordarse con expulsiones, porque eso es lo contrario a la democracia y a la ilusión. Necesitamos ilusión y diálogo para construir un frente amplio en el que quepamos no solo las que estamos ahora, sino muchas más”.

En su intervención previa al inicio del Consejo, única parte pública de la reunión, Castañón no hizo referencia alguna al conflicto desatado esta semana y habló sin mensajes en clave interna de los problemas de Asturias que concentran las preocupaciones de su partido. Abordó la necesidad de “un replanteamiento del modelo energético”, de la insistencia en la urgencia de acometer la reforma del Estatuto de Autonomía para lograr la oficialidad del asturiano pese a los fracasos de las negociaciones políticas o de la defensa de una “armonización y progresividad fiscal” que aleje de Asturias el fantasma del “paraíso fiscal” que al parecer, dijo, Isabel Díaz Ayuso quiere instalar en la Comunidad de Madrid. “No es verdad que el dinero esté mejor en los bolsillos de cada uno”, proclamó, “es con bases impositivas justas como se pueden fortalecer los servicios públicos, ese seguro de vida común para tener sanidad, atención primaria o menos listas de espera. Hablamos de servicios, y esto pasa por que quien más tiene contribuya un poco más”.

Pidió “apostar por nuestra capacidad industrial para poner freno a las deslocalizaciones y defender a los trabajadores”, urgió soluciones para “el exilio forzoso de los jóvenes asturianos, que en algún momento se atrevieron a llamar leyenda urbana y que hoy ya nadie puede negar”, y volvió sobre la necesidad de una ley de vivienda para Asturias "que la trate como un derecho y no como un bien de mercado" e insistió en su exigencia de que se acelere la postergada legislación autonómica para defender los derechos del colectivo LGTBI y “sobre todo de la comunidad trans”.