Tener confianza, no ponerse límites, explorar y desarrollar el talento personal, divertirse, ser valiente y atreverse a dar un salto de fe, ser creativas, empáticas y ágiles para resolver los contratiempos. A lo largo de la sexta edición de #eWoman Asturias, el foro sobre emprendimiento y liderazgo femenino organizado por Prensa Ibérica y LA NUEVA ESPAÑA, las participantes, emprendedoras y directivas, desanduvieron el camino que las ha conducido al éxito profesional y vital y desvelaron las herramientas que activaron para obtenerlo.

La jornada, celebrada ayer por la tarde en el Club Prensa Asturiana, en Oviedo, pretendía servir de "inspiración a otras mujeres para hacer cambios o rediseñar su vida". Así la presentó Amor Domínguez, periodista de LA NUEVA ESPAÑA y conductora del acto, antes de dar entrada, en la primera parte de la tarde, a tres mujeres que compartieron sus experiencias. Tras ellas se abrió un coloquio, con otras tres profesionales, y la jornada finalizó con una sesión de coaching para estimular la autoconfianza entre el auditorio. Allí, en primera fila, se sentó la concejala de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Oviedo, Leticia González, y uno de los patrocinadores del evento, Bruno López, director general de Asturex.

María Jesús Menéndez, directora del Centro de Empresas de Oviedo de CaixaBank, abrió el turno de testimonios. Con 23 años de vida laboral y 21 en la misma empresa, Menéndez contó que cuando se incorporó a la entidad bancaria lo hizo entre otras 300 personas; más de la mitad eran mujeres. La trayectoria profesional de muchas de ellas, destacó, demuestra que "apostar por la diversidad mejora los resultados empresariales". Ella afirmó haberse sentido siempre valorada en su desempeño laboral y se refirió a Asturias como "un territorio de oportunidades". "Tenemos un tejido industrial muy importante, dinámico innovador, abundan las empresas familiares de tamaño mediano y pequeño, pero también tenemos grandes empresas", expuso, y en ese ecosistema la presencia de las mujeres no ha cesado de crecer, según la directiva de CaixaBank, de modo que son numerosas las directora generales y financieras, y los organismos presididos por mujeres. En la empresa familiar, su presencia es especialmente notable, observó.

Muy distinto es el perfil de Ana Gama, que abrió una cuenta de Instagram por una apuesta con su hijo adolescente, pidiendo ayuda a una amiga porque ni siquiera conocía su manejo, y tres años después ha acabado en las páginas de una revista. Es un claro ejemplo de cómo triunfar simplemente haciendo lo que a una le gusta y sin proponérselo. En su trayectoria como influencer reconoce dos hitos: el primero, cuando etiquetó una prenda y la tienda donde la había comprado contactó con ella y, el segundo, cuando se tropezó con una foto suya en las páginas del "Elle". Ha hecho catálogos de moda y se ha codeado con celebridades nacionales como Samantha Vallejo-Nágera y Nuria Roca en campañas publicitarias. "Todas las personas tienen algún talento especial y tienen que descubrirlo, en vez de pensar que los competentes son solo los demás", declaró.

El tercer testimonio fue el de Natalia Suárez, emprendedora y fundadora de la empresa Woodic, finalista de la actual convocatoria de los Premios Nacionales de Artesanía con sus cerámicas, que dejó atrás una carrera profesional convencional y exitosa en Barcelona para establecerse en un pueblecito de Candamo, Valle, después de haber salido de Laviana con 18 años "renegando de Asturias". La Natalia que se marchó no es la que regresó recién convertida en madre, lo que impulsó su transformación profesional. A la vuelta, reconoce, "el infierno de la aldea asturiana se ha convertido en una zona de contención: el entorno rural es el mejor espacio para crear". En el Principado ha encontrado importantes mentores y mucho talento.

Una sesión de coaching para demostrar de modo práctico lo que se puede lograr con fe


La jornada acabó con una sesión de coaching a cargo de Usoa Arregui e Ignacio Alonso, del equipo Cambyo, con una elocuente y práctica demostración de lo que se puede conseguir sabiendo lo que se quiere hacer, cómo hacerlo y con confianza para ejecutarlo. Acompañaron sus argumentos con vivencias personales, utilizaron una silla para ilustrar las "tres patas en las que reposa la confianza" e invitaron a un par de asistentes a demostrárselo a sí mismas y al resto del público rompiendo una flecha, con una determinada técnica y con el empuje de su pecho. La presidenta de la Mesa de Artes Escénicas de la Asociación Empresa-Mujer (ASEM), Paula Bango; la de Mujeres de Empresa (MdEmpresas), Charo Gómez Haces, y la vicepresidenta de la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias (FEDA), Carla Álvarez, compartieron impresiones durante la mesa redonda que ocupó la segunda parte del #eWoman y precedió a la sesión de coaching. Gómez Haces, la veterana del trío, reclamó reconocimiento para las pioneras, que "arañaron muchas cosas" para las generaciones que llegaron después. La empresaria considera que la conciliación sigue siendo un asunto pendiente. "Debemos ir a una sociedad más flexible, ese es el gran reto". Carla Álvarez llamó la atención sobre un dato: "La brecha laboral entre mujeres y hombres es de un 10 por ciento en Europa, y Asturias está a la cabeza en España". "Es importante estar donde se toman las decisiones para las mujeres". Bango animó a todas a "atreverse" y a ejercer "un liderazgo empoderador". "Somos mujeres que llevamos las ideas a la acción, y por eso estamos ahí, liderando", explicó, y haciéndolo, añadió, "de una manera optimista". "Hay que gestionar el talento de una manera rápida y ágil", indicó.