Asturias, a la cabeza de la tasa de suicidios en España tras un repunte muy leve en 2021

El Principado contabiliza una media de once muertes autoinfligidas al mes y lidera también la tasa global de mortalidad y las defunciones por tumores y afecciones cardiovasculares

suicidios

suicidios

Asturias prolonga un año más su liderazgo nacional en tasa de mortalidad, sigue también al frente del impacto de las principales causas de muerte –las enfermedades circulatorias y los tumores– y con un leve repunte mantiene la cabeza de los suicidios en España al acabar un año, el pasado, en el que el total nacional de las defunciones autoinfligidas marcó un nuevo máximo histórico. El resumen numérico de la mortalidad, recién actualizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) al cierre de 2021, vuelve a atribuir al Principado el primer puesto del país en el recuento de fallecimientos por 100.000 habitantes –1.325, para un total de 13.397 en el año– y la tasa más alta de incidencia en las dos principales afecciones mortales, con 365,5 muertes por 100.000 habitantes atribuidas a trastornos del sistema circulatorio o cardiovascular y 351 a las diferentes formas del cáncer.

El otro dato preocupante añade a la estadística 130 suicidios en un año, casi once al mes y más o menos uno cada tres días. No es la cifra más alta de la serie, llegó a 170 en 1996, y aunque vuelve a subir levemente después de dos años a la baja, con ocho más que en 2020 y dos por encima del recuento de 2019, apenas acusa el efecto de la pandemia. Mantiene, eso sí, al Principado al frente de las comunidades autónomas con la tasa más elevada del país. Sus 12,9 fallecidos por cada 100.000 habitantes la sitúan muy por encima del 8,4 de la media nacional y a la cabeza de esta triste clasificación con muy poca ventaja respecto a los 12,5 de Galicia, segunda en el orden autonómico del impacto del suicidio sobre la mortalidad anual.

La radiografía del suicidio en Asturias encuentra más del doble de hombres que de mujeres –noventa frente a cuarenta– y sitúa la franja de edad más propensa entre los 55 y los 59 años (19 de los muertos por esta causa en 2021 estaban en este grupo) y mantiene en guarismos similares a los de los últimos años los de los jóvenes de entre quince y 29 años, con ocho suicidios registrados en el pasado ejercicio.

La gravedad del problema no cede cuando la estadística recién divulgada avanza también el resultado provisional del primer semestre de este año y cuenta 65 suicidios en la región entre enero y junio de 2022, a razón de un promedio mensual casi exacto al del pasado ejercicio. En Asturias la cifra tiene altibajos, en el conjunto del país no deja de crecer: al cierre de 2021, España superó los 4.000 fallecimientos por esta causa por primera vez en la serie, dejando su nuevo máximo histórico anual en 4.003. También avanza a un ritmo similar el recuento en la primera mitad de este año, con 2.015 en el total nacional y un incremento del 5,1 por ciento respecto al mismo semestre del año anterior. En este recuento, tres de cada cuatro suicidios corresponden a hombres.

Las defunciones por tumores se mantienen en la línea de los años previos a la irrupción del covid

El resumen de la primera mitad de 2022 puede servir, por lo demás, para arrojar alguna luz sobre las causas del abundante incremento de mortalidad que Asturias lleva arrastrando durante todo el recorrido de este año. Las 7.041 defunciones contabilizadas en la región a mitad del ejercicio, que son la cifra más alta de la serie histórica a esas alturas, se resienten fundamentalmente de la letalidad notable y silenciosa del covid: entre los casos confirmados y sospechosos, el INE contabiliza 882 muertes asociadas al virus en el primer semestre de 2022 y pocas más, 987, en todo 2021. Esta cifra de todo el año pasado reduce en 578 fallecimientos y un 38,2 por ciento el dato de 2020, el del estallido de la pandemia y la oleada más mortífera del covid, y ubica la tasa de defunciones por 100.000 habitantes en 92,7, levemente por encima de la media nacional de 83,3.

El vistazo a la ordenación de las muertes por sus causas en 2021 mantiene, por lo demás, la primacía de las atribuidas a tumores (3.545) y enfermedades del sistema circulatorio (3.687). La evolución de las defunciones por estas patologías en los últimos años podría poner en cuestión algunas hipótesis que apuntaban a su crecimiento por desatención, o como consecuencia de los esfuerzos asistenciales necesarios para la contención del covid. Así, los fallecimientos atribuidos a tumores se han mantenido en 2021 en el entorno de los 3.500 que la misma estadística contabilizaba en 2019 e incluso están por debajo de las más de 3.600 atribuidas a 2017 y 2018. También las afecciones significativamente mortíferas del sistema circulatorio permanecen en guarismos similares en el recuento del año pasado, lo que dejaría en manos del covid el gran factor diferencial de la mortalidad en los dos últimos ejercicios completados.

En el primer semestre de 2022, mientras tanto, la estadística atribuye a Asturias un incremento de las muertes del tres por ciento que eleva en un punto la media nacional del periodo y en su desglose reduce en un uno por ciento las provocadas por tumores y aumenta en un 25 y un doce, respectivamente, las del sistema respiratorio.

Asturias, por lo demás, lidera la tasa de mortalidad en España igualando en el último cómputo anual la evolución del conjunto del país. Sumó en 2021 casi 1.325 defunciones por cada 100.000 habitantes, más que ninguna otra autonomía, y detrás del dato está el alto grado de envejecimiento de la población, toda vez que Asturias cede el liderato a Andalucía cuando lo que se computa es la "tasa estandarizada", que se calcula para representar la mortalidad por autonomía con la hipótesis de que todas tuvieran la misma composición por edad.

El caso es que mientras el total nacional de defunciones experimentaba entre 2020, año álgido de la pandemia, y 2021 un decrecimiento de 43.032 y un 8,7 por ciento, Asturias reducía su recuento anual en 1.183 y un 8,13 por ciento. Los datos provisionales del primer semestre de 2022 dan fe de que ese descenso es el preludio de un nuevo repunte, toda vez que la mortalidad lleva batiendo récords parciales desde el comienzo de este año, el primero de la serie histórica que enlaza hasta octubre más de mil muertos en todos sus meses.

Suscríbete para seguir leyendo