El Ministerio intenta zanjar el escándalo de los trenes de FEVE fulminando a dos mandos intermedios

Transportes atiende la exigencia de Barbón para que rodaran "cabezas" y responsabiliza a un gerente de Renfe y a un jefe de inspección de Adif

R. D. / J. A. A. / Y. G.

Dos cargos intermedios, uno de Renfe y otro de Adif, se han llevado las primeras culpas del escándalo de los trenes de Feve encargados en 2020 y que aún tardarán entre dos y tres años en llegar a Asturias y Cantabria por un error en las medidas de los túneles. El Ministerio de Transportes (Mitma) intenta zanjar así lo que el presidente del Principado, Adrián Barbón, y dirigentes de los partidos de la oposición y representantes de asociaciones de usuarios han calificado de "chapuza". Los cesados son el jefe de Inspección y Tecnología de Vía de Adif y la persona que ocupaba el cargo de gerente de Área de Gestión de Material de Renfe Viajeros cuando se adjudicó la fabricación de los trenes, en junio de 2020, y que en la actualidad era responsable de gestión de material de la Dirección Técnica y de Operaciones de Renfe Viajeros.

La ministra, Raquel Sánchez, está no obstante a la espera del resultado de la auditoría que ha encargado para determinar si hubo más responsables del fiasco de los trenes, que aún no habían comenzado a fabricarse cuando se detectó el error, pero cuyas medidas hubieran incumplido la normativa de distancias de seguridad en varios túneles existentes en las línea de Feve de Asturias, Galicia y Cantabria.

Tanto Adif como Renfe calcan, en las notas de prensa que enviaron ayer anunciando los ceses, un párrafo en el que anuncian que colaborarán "con absoluta transparencia en la auditoría del Mitma y valorarán sus conclusiones para proceder a los ajustes organizativos de carácter definitivo que se recomienden". Traducido: habrá más ceses.

Raquel Sánchez había advertido solo unas horas de ello. La Ministra subrayó en Valencia que todavía no se ha fabricado ninguno de los convoyes encargados hace tres años, pues la adjudicataria, CAF, estaba en la fase de "diseño y definición de cómo tenían que ser los trenes", y en ese proceso "se advirtió que existía un error entre lo que se definía en las cláusulas del pliego de condiciones y el diseño que finalmente se tenía que hacer". "Ahora estamos a la espera de decidir en los próximos meses con CAF cómo tienen que ser esos trenes y a partir de ahí comenzar a fabricarlos", añadió.

Insistió en que no se ha gastado "ningún euro en la fabricación de esos trenes", y explicó que se trató de "un error , una falta de coincidencia en los diseños que se definían en los pliegos y el diseño que finalmente tenían que tener los trenes. Y ese diseño es el que se tiene que definir en los próximos meses, en el verano", concretó. "Vamos a emplear todos los recursos materiales y humanos para intentar solventar este error técnico. Estamos haciendo todo lo posible para que cántabros y asturianos tengan estos trenes cuanto antes", finalizó.

Compensar a la región

Solo unas horas antes de los ceses, el presidente del Principado, Adrián Barbón, insistía en que tenían que "rodar cabezas". Aprovechó la circunstancia para exigir "más trenes" y una "mayor inversión" como "compensación" por el retraso de los trenes. "Claro que contamos con más trenes, lo contrario nos llevaría a encadenarnos ante el Ministerio", en referencia a él y al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.

El jefe del Ejecutivo asturiano cree a la Ministra cuando afirma que los trenes no estaban fabricados al detectarse el error en las mediciones. Pero añadió que el Ministerio tiene "un problema de credibilidad importante", y para que la recupere tienen que "rodar cabezas", incluso si fue "un error de técnicos que han diseñado mal o no han tenido en cuenta la situación de nuestros túneles, lo que suena ridículo".

"Los trenes, sí o sí, se van a fabricar", y debe ser "en el menor tiempo posible", reclamó Barbón. En todo caso, dio como seguro que la Ministra "no era conocedora de esta problemática, y en cuanto supo lo que ocurría y habló tanto con Revilla como conmigo". Barbón quiso diferenciar entre los retrasos de la variante de Pajares –trece años hasta el momento– y los de los trenes encargados para Feve. "No tiene nada que ver un retraso de unos meses (el del AVE a Asturias) como consecuencia de unas pruebas de seguridad y falta de suministro de materiales, con otra (la de los trenes de Feve) que suena a chapuza, a Pepe Gotera y Otilio, aunque ya se está diseñando el vehículo y habrá que ver al final cómo queda. No es lo mismo, ni es comparable", opinó.

La reacción al "culebrón" de los trenes del secretario general del PP en Asturias, Álvaro Queipo, fue solicitar formalmente una convocatoria "urgente" de la Alianza por las Infraestructuras, para que el Gobierno de Barbón explique "de primera mano" la "chapuza" de los trenes de Feve y formar un "frente común" y pactar una "posición exigente con los sangrantes incumplimientos del sanchismo en Asturias".

"Estamos ante el enésimo desprecio del Gobierno de Sánchez con Asturias. Planificar trenes que no caben en los túneles podría sonar a chiste si no fuese por el enorme perjuicio que se hace a los asturianos, que van a tener que esperar varios años más para disponer de unos trenes modernizados", añadió.

El diputado de Ciudadanos en la Junta General Sergio García opinó que la "competición injustificada entre territorios" no es "un camino para justificar ningún tema". Indicó que Asturias debe recibir "los trenes que precise en función de sus necesidades, independientemente de los que necesite Cantabria". La cuestión es, en su opinión, que resulta "difícil saber cuáles son esas necesidades, porque carecemos de una estrategia de movilidad sostenible, que lleva pendiente desde 2018". A partir de ahí, "hablar de este tipo de cuestiones es pura especulación y populismo. Asturias tiene unas cercanías en estado crítico y unas conexiones con la meseta decimonónicas, y no asistimos más que a espectáculos lamentables, cuando no directamente a chapuzas", concluyó.

El secretario general de Foro, Adrián Pumares, reclamó que "Asturias asuma las competencias ferroviarias para mejorar el servicio y evitar chapuzas como la perpetrada por el Gobierno de España con los trenes que no caben en los túneles". Alertó de que la "hoja de ruta" del PSOE en materia ferroviaria es: "Empeoramiento del servicio, pocas inversiones, infraestructuras obsoletas, y utilizar la baja demanda como excusa para cerrar líneas ferroviarias". Cree que la solución a los problemas de la red de cercanías "no pasa por visitas propagandísticas ni por aparente indignación", sino por "negociar la mejor transferencia posible para Asturias de las competencias ferroviarias".

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