La nueva terapia del cáncer en Asturias, 320.000 euros por cada paciente con respuesta favorable

Arranca el primer ensayo de inmunoterapia para enfermos graves de lupus con pacientes de varios países, entre ellos dos españoles

Pablo Álvarez / Efe

Unos 320.000 euros. Éste es el coste aproximado de cada tratamiento CAR-T, un tipo de terapia celular de última generación que ayer se estrenó en Asturias. Por el momento, se aplica en determinados tipos de tumores, pero empieza a ensayarse en otras patologías, como el lupus eritematoso.

Según los acuerdos vigentes, los servicios públicos de salud –en este caso el Sespa– abonan el precio del tratamiento en dos mitades: una en el momento en el que se infunden en el paciente sus propias células T, reforzadas mediante una modificación realizada en un laboratorio ultraespecializado; y la otra mitad al cabo de 18 meses, siempre que el enfermo esté vivo y que la terapia esté dando un determinado nivel de respuesta.

Se trata del denominado pago por resultados, procedimiento pactado entre el Ministerio de Sanidad y las empresas farmacéuticas que diseñan y suministran estas terapias avanzadas, cuyo fundamento consiste en potenciar el sistema inmunitario del propio paciente. Por eso son técnicas máximamente personalizadas.

Los especialistas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) iniciaron ayer el proceso de aplicación de los tratamientos CAR-T a un enfermo del que no ha trascendido dato alguno. El primer paso ha sido una aféresis –extracción de sangre– del paciente. De la sangre se aíslan los linfocitos T y se envían a un laboratorio, fuera de España, donde son modificados. En ese laboratorio se producen grandes cantidades de esas células reforzadas, que después se administran al paciente mediante infusión. Dentro de pocas semanas, esas nuevas células T, ya blindadas para atacar con éxito a las células tumorales, serán reinfundidas en el paciente.

Hasta la fecha, han recibido una terapia CAR-T fuera de la región más de 30 pacientes asturianos –entre niños y adultos– afectados por linfomas, leucemias y mielomas y en los que habían fracasado las terapias convencionales.

La novedad más reciente estriba en que este tipo de tratamientos empiezan a ensayarse en otras enfermedades. El Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, ha incluido al primer paciente de lupus en un ensayo clínico internacional que va a testar la seguridad y eficacia de aplicar una terapia CAR-T.

El lupus es una enfermedad crónica, que afecta mayoritariamente a mujeres y que está causada por el ataque del propio sistema inmunitario: el cuerpo produce unos anticuerpos que dañan el organismo, con afectaciones diversas en las articulaciones, el riñón, la piel o en el corazón. Se estima que entre un 20 y un 30 por ciento de los casos no pueden controlarse con la medicación convencional, orientada a regular el sistema inmunitario y a rebajar la inflamación. Es en estos pacientes refractarios en los que se podría aplicar el CAR-T como alternativa.

Probar la seguridad y eficacia de esta terapia innovadora es el objetivo de este primer ensayo internacional, en el que el Valle de Hebrón ha incluido al primer paciente –que comenzará el proceso el próximo lunes– del total de 12 que participarán en las primeras fases del estudio. Para crear este grupo de 12 pacientes de entre 18 y 65 años con lupus grave, está previsto que recluten casos en otro hospital español, el Gregorio Marañón de Madrid, y centros de Francia, Alemania, Australia y quizás próximamente también de Estados Unidos.

Existe un precedente de éxito en Alemania, donde un hospital probó esta terapia CAR-T e informó a finales del año pasado de cinco casos con remisión de la enfermedad. Sin embargo, no se hizo en formato de ensayo clínico. En consecuencia, el que comienza ahora es el primero y, además, a nivel internacional.

Ya hace algunos meses que el HUCA logró la acreditación necesaria del Ministerio de Sanidad para realizar tratamientos CAR-T. La aplicación de estas terapias constituye el segundo avance relevante de la sanidad pública asturiana en las últimas semanas, tras el inicio –el pasado viernes– de las intervenciones quirúrgicas con robot en el HUCA (Oviedo) y en el Hospital de Cabueñes (Gijón).

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