La resaca del acuerdo para acabar con la huelga de la ITV: el Principado felicita a la plantilla y los empresarios critican lo sucedido

Dos de cada tres trabajadores avalan el acuerdo que pone fin a la huelga

Las horas extra es la forma más factible para acortar la lista de espera, cree la plantilla

Desconvocada la huelga de la ITV: lo que han votado los trabajadores

Amor Domínguez

El respaldo que la plantilla de las estaciones asturianas de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) dio ayer al acuerdo entre sus representantes y el Principado desactiva a partir de hoy más tres meses de huelga intermitente y hace avanzar el conflicto hacia la necesidad de recuperar la cola de más de 33.000 vehículos que dejan tras de sí los paros. Casi exactamente dos votos de cada tres, 133 de los 209 emitidos, dicen que sí a deponer la huelga aceptando las condiciones acordadas el miércoles. Otros 71 se pronunciaron en contra y hubo cinco abstenciones. De las diez estaciones, ganó el no en las de Avilés, Tremañes (Gijón) y Pruvia (Llanera) y el sí en seis y en las oficinas centrales de la empresa Itvasa. En Mieres, la votación fue anulada en el recuento, aunque no habría alterado el resultado global.

Se da así la salida hacia un "plan de choque" contra la larga lista de espera que hace dos semanas ya se estaba diseñando, según dijo en la Junta la consejera de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí, pero del que ayer no adelantaron detalles los titulares de Hacienda, Guillermo Peláez, y Ordenación del Territorio, Ovidio Zapico, que comparecieron juntos para celebrar el acuerdo.

Las explicaciones del Principado las dieron ellos sin la consejera responsable del servicio. Se congratularon porque el acuerdo, dice Zapico, era "lo que esperaba la ciudadanía y el Gobierno", felicitaron "a los trabajadores por su madurez" y dieron por "refrendado" el modelo público que "la derecha y la extrema derecha cuestionaron". No dieron sin embargo detalle alguno respecto al "plan de choque" que Roqueñí dijo hace dos semanas que ya se estaba "diseñando" y ante el que los trabajadores, señala Zapico, han manifestado "voluntad total de facilitar". Tampoco la plantilla tiene noticias sobre la fórmula que se plantea para devolver la normalidad al servicio, aunque entienden que lo más factible sería ejecutarlo a través de horas extra.

Queda eso por definir después de un acuerdo "laborioso, con muchísima negociación", sigue Zapico, para el que "todo el mundo tuvo que ceder. El Principado ha hecho un esfuerzo importante y respecto a sus pretensiones iniciales los trabajadores también deben sentir lo mismo". El pacto llega, según el portavoz del comité de huelga, Marcos Llorente (CC OO), después de que el Principado encontrase encaje para los planteamientos que, en la fase final de la negociación, resultaban un escollo, que marcaban una ruta a su juicio "realista" para cumplir los objetivos de productividad y rebaja del absentismo laboral que se les exigen a cambio de sus dos grandes demandas, recuperar las 35 horas y percibir un plus de "compromiso" de 107 a 134 euros. En un comunicado, el sindicato CC OO constató que en el acuerdo "se recogen, en buena medida, los puntos reivindicados por las organizaciones convocantes de la movilización".

El pacto se demoró más de tres meses, y el conflicto no se desbloqueó hasta la entrada en escena, el mismo martes, de Zapico y la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, pero en el Gobierno pasan página: "No es cuestión de buscar culpables cuando las dos partes estamos defendiendo nuestros intereses", señala Guillermo Peláez.

Desde el lado del empresariado, mientras tanto, la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) manifestó "sorpresa" por las cesiones del Principado y "desconfianza" ante el resultado. Aunque coinciden en que el fin de la huelga es una buena noticia, creen que la vía aplicada no soluciona "el fondo del problema". La presidenta de la patronal, María Calvo, considera que la solución "hace cesiones que sientan precedentes peligrosos mientras no se aborda la cuestión verdaderamente importante, la eficacia del servicio que debe ir ligada a la productividad".

Por la apertura de las inspecciones a la competencia privada abogaron también otras organizaciones sectoriales afectadas. El presidente de la patronal del transporte por carretera Cesintra, Alejandro Monjardín vaticina que "los asturianos seguirán teniendo peores servicios y los transportistas tendrán que seguir yendo a pasar inspecciones a otras regiones"; para el de la Unión de Empresarios de Autoescuelas (UEAS), Rubén Castro, "los usuarios y las empresas que hemos soportado la huelga cargaremos con los sobrecostes del acuerdo".

Por la derecha, Nieves Roqueñí, Gimena Llamedo y Ovidio Zapico, durante la reunión con los representantes de la plantilla de la ITV.

Por la derecha, Nieves Roqueñí, Gimena Llamedo y Ovidio Zapico, durante la reunión con los representantes de la plantilla de la ITV. / LNE

"El trabajo de Isaac Pola ha sido clave", afirma Gimena Llamedo

La vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, celebró ayer el acuerdo para cerrar la huelga en la ITV como el fruto de "muchas horas de diálogo". Al hacer balance de más de tres meses de paros y del desbloqueo obtenido a partir de su entrada en la negociación junto al consejero de Ordenación del Territorio, Ovidio Zapico, Llamedo quiso precisar que "todos los acuerdos y preacuerdos previos han sido fundamentales y han sentado las bases" del pacto final. El trabajo del negociador anterior, el viceconsejero de Industria, Isaac Pola, "ha sido clave", señaló la Vicepresidenta, que aclaró sobre el proceso que "se ha negociado sobre el marco legal posible" y que "hemos conseguido fijar unos objetivos alcanzables por los trabajadores" que al mismo tiempo harán posible "una mejora de la productividad".

Llamedo también tuvo palabras para "aquellos que avanzaban otras soluciones, como abrir el servicio a la competencia o privatizarlo". Lo hacían, aclaró la Vicepresidenta sin citar expresamente a los partidos de centro derecha, sabiendo que su remedio "no daba solución a este problema en el corto plazo" y que su tramitación "precisaba meses, si no años".

Álvaro Queipo

Álvaro Queipo, en una imagen de archivo. / LNE

La oposición critica la demora y pide la destitución de Roqueñí y Pola

Con un juicio crítico unánime, los grupos de la oposición hicieron ayer compatible la alegría por la desconvocatoria de la huelga en la ITV con el reproche al Gobierno regional por la demora en el arbitraje de las soluciones. "No podemos entender cómo se ha tardado tanto en llegar a este acuerdo, sobre todo cuando lo que se ha hecho es ceder en todo", afirma el presidente del PP de Asturias, Álvaro Queipo. El dirigente popular criticó al Ejecutivo por permitir "que la situación se enquiste" y por rechazar su propuesta para abrir el servicio a la iniciativa privada, que no trataba de "solucionar la huelga de hoy, sino de evitar la de mañana", porque "seguimos desnudos ante un nuevo paro".

Gonzalo Centeno, diputado de Vox, evalúa como "un esperpento" la resolución del conflicto con la "desautorización" de la consejera competente en la materia, Nieves Roqueñí, y el cambio de equipo negociador para desbloquear el asunto "a lo Sánchez, es decir, desdiciéndose y sometiéndose a las peticiones sustanciales de la plantilla". "Si la Consejera viese lo que ha supuesto su nefasta gestión dimitiría hoy mismo, ella y su viceconsejero", remata.

"Si Barbón fuese valiente, acompañaría esta desautorización de Roqueñí y (el viceconsjero) Isaac Pola con su destitución", afirma el diputado de Foro Asturias, Adrián Pumares, que lamenta que "el Gobierno haya esperado más de tres meses y a que haya más de 33.000 asturianos con la ITV caducada para tomarse en serio este problema".

Sin abandonar su compromiso con el mantenimiento del modelo público, la diputada de Podemos, Covadonga Tomé, valoró el fin de la huelga como "una buena noticia", pero señaló también que el Gobierno "debería haberse esforzado antes en llegar a un acuerdo con la plantilla" sin generar a los trabajadores "una situación de presión próxima al chantaje".

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