Anunciada la estrategia de Salud para las listas de espera: consolidar planes de choque y animar a operarse fuera del área sanitaria propia

Los médicos tendrán todo el dinero preciso para la actividad extra y de tarde

El aumento de consultas hospitalarias por las tardes no logra reducir las esperas

El aumento de consultas hospitalarias por las tardes no logra reducir las esperas

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

La tan anunciada estrategia del Gobierno regional para reducir las listas de espera sanitarias fue desvelada ayer. Lo que siempre habían sido planes de choque coyunturales, cuando las demoras apretaban, se convierte ahora "en un programa estructural que incluye toda la actividad de las tardes, porque tratamos de dar respuesta a un problema que persiste en el tiempo", explicaron el gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Aquilino Alonso, y el subdirector de Organización de Servicios Sanitarios, Víctor Manuel Rodríguez.

De la misma manera, los recursos económicos para el complemento de productividad variable, vinculado al incremento de actividad, "pasarán a ser estructurales", con una dotación inicial de 10,5 millones de euros para programas especiales. "Es una cantidad aproximada que puede incrementarse si se hace más actividad. Iremos adaptándola a lo largo del tiempo", precisó el gerente del Sespa.

El objetivo implica, "como mínimo, un incremento de 500 intervenciones mensuales", indicaron los responsables sanitarios, quienes presentaron los detalles de un plan "orientado a sacar el máximo rendimiento de todos los recursos disponibles en la red asistencial y ampliar las jornadas de tarde". El Sespa prevé superar este año las 70.000 operaciones programadas anuales, frente a las 62.000 que se han registrado de media en los últimos cinco años (a excepción de 2020, ejercicio atípico por el covid-19).

El plan estructural se apoya sobre cuatro patas. Arranca con una oferta sin límites –o, al menos, que puede aumentar en una medida amplia– a los profesionales sanitarios para que dediquen por las tardes más horas extraordinarias a cirugías, consultas y pruebas diagnósticas. "Tenemos que captar y fidelizar a más profesionales", destacaron los dirigentes sanitarios.

Aspira a una colaboración más extensa con los hospitales privados y concertados para contratar con ellos toda la asistencia que puedan sacar adelante. Este año, este apartado está dotado con 47 millones de euros, 7 millones más que el año pasado (se incluye el Hospital de Jove, que da cobertura a una parte de la población de Gijón).

Determina que no sólo contará el tiempo de espera y otorga un mayor peso de la merma de la calidad de vida de los pacientes a la hora de priorizar a quiénes se atiende antes.

Y, por último, las autoridades sanitarias realizan un llamamiento a los asturianos para que "confíen más" en los hospitales que no son el suyo de referencia y se animen a ser atendidos en ellos cuando se les ofrezca esta posibilidad para agilizar la respuesta. "Hay servicios con posibilidades de aumentar la asistencia a pacientes de otras zonas", indicó Aquilino Alonso. Sin ánimo de ser exhaustivo, citó las áreas de traumatología del Hospital de Jarrio o de oftalmología del Hospital San Agustín de Avilés, o varias especialidades del Álvarez-Buylla de Mieres, un hospital muy bien emplazado en el centro de Asturias.

"El propósito es ahondar en la mejora de las demoras, que ya se sitúan entre las más ajustadas del Sistema Nacional de Salud. De hecho, en Asturias se espera un mes menos de media para una operación que la media del país", puntualizaron Alonso y Rodríguez.

A finales del pasado mes de abril estaban en lista de espera 23.698 asturianos para una intervención quirúrgica; 113.135 para una consulta hospitalaria; y 39.314 para una exploración diagnóstica. En total, 176.147 acciones médicas pendientes de resolución. Hace un año, a finales de abril de 2023, eran 162.422. En estos doce meses, han disminuido los pacientes que aguardan una cirugía, pero han aumentado los que están pendientes de una consulta. El gerente del Sespa resumió las tendencias recientes en tres pinceladas: 1) Lo más complicado de controlar están siendo las consultas; 2) Los mejores resultados se están consiguiendo en la reducción de las demoras quirúrgicas de más de 180 días; y 3) Hay tres pruebas diagnósticas con demoras medias inferiores a los 60 días de tope que marca la normativa autonómica: colonoscopias, mamografías y TAC.