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Las “hijas del feminismo” que no se puede quemar: la manifestación asturiana del 8M, en siete lemas

Miles de mujeres se manifiestan en Gijón en el Día Internacional de las Mujeres: “Queda mucho por hacer; no nos podemos callar”, claman

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EN IMÁGENES: Asturias sale a la calle para conmemorar el Día de la Mujer (8M) Miki López/Marcos León

Somos las nietas de las brujas que no pudistéis quemar

Una niña sostiene el cartel en el entorno de la plaza de toros de Gijón. Sobre los hombros de su padre, parece contar con la mirada. Miles de personas –50.000 según la organización, 5.000 según contabilizó la Policía Nacional e informó Delegación de Gobierno– salieron ayer a la calle para celebrar el Día Internacional de las Mujeres (8M). No serán hijas de brujas, pero sí de un feminismo que algunos quisieron “quemar”. Hace dos años, los sectores más reaccionarios intentaron dañar la imagen de las manifestaciones del 8M, vinculándolas con la expansión del covid-19 en España. Ayer, en su vuelta oficial tras la pandemia, las feministas demostraron que sigue igual de viva. “Estamos en una afluencia muy próxima a la de 2018”, confirmaron fuentes de la organización. Aquella marcha está considerada como un “boom” feminista, uno de los puntos de partida de la quinta ola.

Con toes y a por toes

Integrantes de la Plataforma Asturies Feminista 8M encabezaron la marcha con una gran pancarta. Para empezar, con algo de retraso por un problema técnico, todas a un grito: “Aquí estamos las feministas. Que viva la lucha de les muyeres”, corean en la cabecera. Un poco detrás, suenan los tambores y hay banderas de sindicatos. Un grupo de chavales ondean mensajes en favor de las mujeres trans. “No podemos consentir un feminismo excluyente”, clama Amaya González. La marcha continúa.

Si pagas a una mujer para que f... contigo, eres un violador

Alzaba el cartel una de las integrantes de Asamblea Feminista Asturiana. “Estamos de acuerdo con el lema de la convocatoria oficial pero nosotras hemos salido esta tarde para reivindicar el abolicionismo”, señaló Celia Acuña, una de las representantes de la entidad, que forma parte de la plataforma organizadora. “Teníamos ganas de salir hoy, de poder gritar al fin en la calle una vez al año lo que estamos reivindicando todos los días”, destacó Caterina Vázquez.

La manifestación del 8M tiñe de morado las calles de Gijón

La manifestación del 8M tiñe de morado las calles de Gijón Marcos León/ Carmen Basteiro

Por todas las mujeres que, en silencio, han construido la historia

Y en “el silencio” está la clave de este cartel, que llevaban las amigas Alba Fernández, Sofía García y Aleida González. “La voz es lo que llevan años robándonos. Por eso ahora tenemos que llenar las calles”, apuntaron las tres jóvenes, de poco más de veinte años. Llegaron a Gijón desde Oviedo, y habían acudido ya a convocatorias previas al covid-19. “Nos alegra que vuelva, y pensamos que hay la misma gente”, señalaron.

Si a mí también me gustan las mujeres, ¿por qué yo no las acoso?

Llevaba el cartel Alba García López. Y lo completó con sus palabras: “Parece que somos de propiedad pública. Porque si a mí también me gustan las mujeres, ¿por qué yo no las acoso por la calle, qué les da derecho a ellos?”, clamó. La violencia de género es, a juicio del Conseyu de la Mocedá, el principal objetivo a abatir. “Hay que acabar con esa lacra. También otras violencias, como la brecha salarial”, apuntó Aridane Cuevas, coordinadora y también miembro de la entidad “Mil voces moradas”.

"Vamos a petar Xixón": El 8M se hace oír en la plaza del Humedal

"Vamos a petar Xixón": El 8M se hace oír en la plaza del Humedal Carmen Basteiro

Estamos todas menos las mujeres asesinadas

Momentos también para recordar, dentro de la conmemoración, a las que ya no están. “No estamos celebrando, estamos reivindicando”, señaló Tita González, que acudió a la manifestación desde Grado. Junto a ellas, un grupo de amigas que corearon sin parar.

Vamos a llenar El Humedal, vamos a llenarlo

Se escucha el megáfono de las primeras que llegan. La cola aún no está en la plaza de Europa. Y ya allí, en una plaza abarrotada, se ilumina un globo aerostático. Y actúan un grupo de pandereteras, y unas raperas (“La Ziega” y “Sira”). También Anabel Santiago. La noche llega al final, otro 8M en la calle. Sara Combarros lee el manifiesto: “Los feminicidios en España suponen la friolera de 13 mujeres asesinadas por hombres en lo que va de año, no es un caso aislado. Es el patriarcado”, apunta. Claman contra la guerra, contra el racismo, contra todas las desigualdades que duelen aún más en las mujeres. “Solo el feminismo podrá transformarlo todo a mejor”, lee.

Hay un minuto de silencio en la plaza cuando se anuncia la desaparición de una pequeña del público. Una chica la levanta al alto, ahí está. Mujeres ayudando a mujeres. Rompen en un aplauso.

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