Alejandro Rebollo, el visionario que soñó la Variante

El "padre" del nuevo trazado ferroviario que sustituye a la rampa de Pajares clamó en 1987 en el Congreso por recuperar el proyecto, postergado por el Gobierno socialista

Alejandro Rebollo –izquierda– y Adolfo Suátrez durante una visita a Asturias.

Alejandro Rebollo –izquierda– y Adolfo Suátrez durante una visita a Asturias. / LNE

Ramón Díaz

Ramón Díaz

"El problema de Asturias pasa necesariamente por la variante del Pajares". Alejandro Rebollo Álvarez-Amandi siempre lo tuvo meridianamente claro. Pronunció esa frase el 11 de febrero de 1987, en el Congreso de los Diputados. Era parlamentario por Asturias en las filas del Centro Democrático y Social (CDS) y realizó ese día una ardiente defensa de un proyecto, el de la Variante, del que fue ideólogo y primer impulsor, su verdadero "padre". Un proyecto que había sido postergado y retirado de los planes estatales ferroviarios por el Gobierno de Felipe González cinco años atrás.

Mucho antes de aquella intervención, en diciembre de 1979, Rebollo, entonces secretario de Estado de Transportes y Comunicaciones, había ordenado realizar un estudio para abrir un nuevo trazado ferroviario de Asturias a León, al considerar los técnicos del Ministerio de Obras Públicas que la rampa de Pajares, abierta en 1884, se había quedado obsoleta. Rebollo veía cómo se construían en otras zonas de España trazados ferroviarios por los que los trenes podían circular a más de 160 kilómetros por hora, mientras que por la rampa asturleonesa apenas se superaban los 40 por hora de media.

Rebollo consiguió que se estudiaran 14 alternativas diferentes y el 15 de junio de 1982, ya como presidente de Renfe, presentaba en Gijón el proyecto de la variante de Pajares, ofreciendo plazos –las obras comenzarían en septiembre de ese mismo año y durarían 7 años–, costes –entre 40.000 y 50.000 millones de pesetas; esto es, de 240 a 300 millones de euros– y velocidades –160 kilómetros por hora–.

Con la Variante en vía muerta, Rebollo aprovechó aquel 11 de febrero una proposición del Grupo Parlamentario Popular para reivindicar la Variante. "Hace pocos días yo tuve personalmente la satisfacción de que parlamentarios del Partido Socialista Obrero Español me dijeran que la variante del Pajares era una solución lógica, justa y necesaria, pero que tenía el inconveniente de que esa solución se me había ocurrido a mí", expresó Rebollo desde la tribuna de oradores.

"Señorías –continuó– creo que el que esto se diga es grave, que esto se piense es verdaderamente grave. Realmente la variante del Pajares no se le ocurre a un presidente de Renfe, el que sea, se le ocurre a todo un conjunto de técnicos de la red, avalados y auspiciados por la Unión Internacional de Ferrocarriles; se le ocurre precisamente porque existe un tráfico aportado por Asturias al total tráfico nacional en mercancías que oscila, según los años, en niveles del 15 al 19 por ciento del tráfico total", clamó el parlamentario asturiano.

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Continuó con su defensa de la Variante exponiendo: "Señorías, esto es así porque desde La Robla hasta Pola de Lena es absolutamente imposible, con el trazado actual, alcanzar velocidades de 160 kilómetros por hora, absolutamente imposible; serían velocidades totalmente suicidas, con curvas que tienen radios de 300 metros, con un mínimo peralte en esas curvas, con una cantidad de túneles continuados en el Pajares que hacen que el arcénvías de las estaciones intermedias no pueda tener a veces una extensión mayor de 300 metros, mientras que los trenes tienen normalmente una extensión de 500, con lo cual la cabecera y la cola de los trenes se meten en túneles. En fin, con todo un conjunto de circunstancias que apoyan técnicamente esa solución, queda en pie, si no se adopta, la circunstancia de que Asturias seguirá siendo, hablando, una tierra periférica, una tierra periférica que no tiene razón de ser", señaló Rebollo, que en aquella jornada hizo también una encendida defensa de la búsqueda de un futuro para las cuencas mineras asturianas y para Hunosa, y que dejó clara su opinión: "El Gobierno tiene una deuda grande con Asturias".

Criticó que la única variante ferroviaria de toda España retirada por el Gobierno socialista fuera la de Pajares, pese a que era "el único proyecto que está estudiado", pues se habían gastado 1.600 millones de pesetas (9,62 millones de euros) en el análisis de alternativas. "Por esa línea pasa el 20 por ciento del tráfico de mercancías actual y, sin embargo, Asturias va a quedar también marginada de este proyecto. Nos parece que eso también hay que tenerlo en cuenta, no sólo la integración ferroviaria, sino también la integración dentro del propio país. El Musel es seguramente hoy el mejor puerto del norte de España", añadió.

Y, dirigiéndose a los miembros del Gobierno, añadió: "Si ustedes renuncian a la variante de Pajares están convirtiendo El Musel en un puerto provinciano, podríamos decir, y van a derivar todo el tráfico al puerto de Bilbao". No convenció a los socialistas, pero su intervención quedó para la historia. Una historia que se cierra hoy con la apertura de la Variante que Rebollo soñó hace 44 años.

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